El rock es mucho más que música compuesta por guitarras, baterías, bajos y voces que embelesan: es una experiencia sensorial que combina arte, magia y fascinación. Pero pocas bandas lo han demostrado tan contundentemente como Led Zeppelin, cuya esencia ha trascendido el sonido para convertirse en un espectáculo emocional. Su documental, Becoming Led Zeppelin, no es solo una narración de experiencias, datos y vivencias, sino una declaración de principios sobre lo que significa vivir la música en su máxima expresión.
El documental captura a la banda en su apogeo combinando imágenes en vivo con secuencias oníricas que reflejan la personalidad de cada integrante. En este trabajo no es solo la potencia de su música lo que atrapa al espectador, sino la manera en que logra transportarlo a un universo propio, donde la guitarra de Jimmy Page es un conjuro; la voz de Robert Plant, un hechizo; la batería de John Bonham, un trueno que sacude el alma, y el bajo de John Paul Jones, un recordatorio de que el fondo es capaz de vibrar más que la forma.
En más de 50 años de carrera musical, Led Zeppelin jamás autorizó una película sobre su historia, por lo que este documental —producido por Sony Pictures— que narra sus orígenes cobra especial relevancia. El trabajo estuvo a cargo del director Bernard MacMahon (American Epic), una obra donde se narra por primera vez y mediante las voces de los protagonistas el meteórico ascenso de la banda en tan solo un año.
LED ZEPPELIN YA ESTÁ EN MÉXICO
El filme, estrenado en México este 27 de febrero, sumerge al espectador en una experiencia inmersiva a través de imágenes, entrevistas y audios nunca publicados y que dan vida a la historia de pasión, creatividad y perseverancia que envuelve el origen de la banda en medio del dinamismo contracultural de los años 1960.
Además de los testimonios de los miembros fundadores, la música es fundamental en esta obra, por lo que cada pieza utilizada tiene un claro propósito narrativo. En este sentido, la fidelidad del audio en la película no se logró mediante efectos digitales, ni siquiera con mucha tecnología moderna; en su lugar, la fidelidad es inherente a las grabaciones originales y es principalmente un testamento al trabajo de los músicos e ingenieros de sonido que las crearon.
El director de la obra, Bernard MacMahon, considera que este filme busca inspirar a audiencias jóvenes para que puedan ver que con empeño, trabajo duro y abrazando las ideas de otras personas en una visión colectiva se pueden lograr propósitos extraordinarios en la música o en cualquier otro proyecto.
Empero, más allá de la técnica o la producción, lo que hace especial a Led Zeppelin es la capacidad de cada integrante y, por ende, en conjunto a la banda, de crear música con maestría y transformar un disco o un concierto en una experiencia mística.
Becoming Led Zeppelin lo confirma: el rock no es solo sonido, sino un arte que envuelve, hipnotiza y deja una huella imborrable. Spoiler: como su título lo indica, este filme no presenta toda la historia de la banda británica, solo hasta 1970 y su segundo disco. Por ello muchos seguidores consideran que puede haber una segunda parte. N