Mis primeros recuerdos de los videojuegos son jugando Super Mario Bros en el Game Boy de Nintendo. Fue algo muy importante en la escuela. Y luego vino Pokémon. Mi mamá incluso tiene una foto mía jugando Game Boy mientras estoy en el baño.
No sé cómo conseguí una videoconsola Game Boy. Creo que todo el mundo estaba montado en la misma ola y era la nueva moda, pero mis padres realmente no eran jugadores de videojuegos. Les gustan los deportes y los juegos tradicionales, como el bádminton, el voleibol y las cartas.
Me encantan los videojuegos, pero también me gustan los deportes y puedo ver una correlación natural entre los dos. Ambos tratan de competir y alcanzar tu potencial, y de analizar cómo se puede y se debe jugar el juego para lograr el máximo efecto.
Supongo que jugar videojuegos era solo algo generacional. Todos mis amigos en la escuela jugaban juegos de consola juntos, como conectar nuestros Game Boy para jugar Pokémon. Y crecimos juntos a través de los juegos, yendo a las casas de los demás para jugar en las consolas de los demás, trabajando juntos para resolver acertijos difíciles, etcétera.
En mis primeros años como videojugador mis padres estaban algo preocupados por cuánto jugaba. Podía volverse un poco extremo y terminaba reduciendo mis horas de sueño e incluso desarrollé tics faciales, lo que a menudo les sucede a las personas que juegan demasiado.
Estaban haciendo las preguntas estereotipadas de los niños a quienes les encanta jugar. ¿Cómo se vería mi futuro? ¿En quién me convertiré? ¿Podré cuidarme solo? ¿Y esto realmente puede ser una carrera?
UN JUGADOR RUMBO A LOS E-SPORTS
Fueron solo un par de años de preocupación, pero mis padres siempre me apoyaron mucho. Nunca hubo una resistencia loca a mi juego. Luego, cuando recibí mi primer sueldo por jugar, aunque era muy joven y era minúsculo, ayudó a calmar sus preocupaciones al respecto. Sentían que todo me saldría bien de alguna u otra forma.
Empecé a darme cuenta de que esto podría ser una carrera para mí en el primer juego que jugué en serio, Heroes of Newerth. Hubo algunos torneos en los que logramos ganar algunos miles de euros.
Eso no sucedía a menudo, y no eran cantidades de dinero con las que pudiera vivir, pero las cosas empezaron a mejorar para mí en esa época, en mi adolescencia. Me volví un jugador esperanzado y optimista sobre el panorama de los deportes electrónicos (e-sports) y sobre mi propio juego. Fue un momento clave.
Después de eso hubo otros grandes avances en los e-sports, pero nada comparado con lo que hizo el primer concurso TI en 2011. TI, o The International, es una competencia anual de deportes electrónicos en la que se juega Defense of the Ancients 2, de la empresa de videojuegos Valve. Conocido popularmente como Dota 2, es un videojuego multijugador de campo de batalla en línea, con dos equipos opuestos de cinco personas, y con grandes premios en efectivo.
Cuando pusieron un millón de dólares como premio principal en ese primer año mucha gente dudaba que los organizadores pagaran. Pero lo hicieron, y eso hizo que todo cambiara muy rápidamente para los deportes electrónicos, lo que los llevó a otro nivel.
VOLVERME MÁS CONOCIDO FUE UN DESAFÍO
Comencé a jugar el Dota original alrededor de los diez años, continué durante mi adolescencia y comencé a usar un perfil público con mi gamertag, N0tail.
Volverme más conocido fue un desafío. Estaba pasando por la pubertad y soy bastante introvertido. Siempre he tenido amigos y me encanta sociabilizar, pero no quería fama. Nunca pedí eso. Lo encontré abrumador.
Cuando comencé solo quería jugar videojuegos. Así que hacerme un jugador conocido en el mundo de los e-sports fue un poco extraño al principio. La gente veía mis partidos y empezó a sentir que yo era un personaje que conocían bien, incluso si no nos conocíamos.
La mayoría de las personas muestran mucho respeto cuando me conocen y mi experiencia con los fanáticos de los deportes electrónicos ha sido muy positiva. Pero soy un tipo bastante reservado, y todo era nuevo y peculiar para mí en esos primeros años en los que me convertí en profesional.
Hay algunos momentos en los que la gente realmente quiere darte una opinión muy firme sobre quién eres y lo que creen que necesitas escuchar de su parte, y no hay oportunidad de entablar una conversación justa con ellos.
Pero la mayoría de las interacciones son extremadamente positivas. He conocido a personas que dicen que he hecho una diferencia positiva en sus vidas, especialmente durante el covid-19, y les encantó ver los documentales acerca de nuestros equipos de OG Esports. Inspirarlos me enorgullece mucho.
Como jugador, hay un elemento de ego en los e-sports profesionales, como en todos los demás espacios competitivos. Pero no diría que he tenido un gran ego. Realmente no me importa. Prefiero mi privacidad. Sinceramente, si pudiera, apretaría un botón para volver a ser desconocido.
OTRAS PERSONAS BRILLAN MÁS QUE YO
Me encantaría volver a disfrutar de los eventos de Dota de manera informal, pero eso es algo que ya no puedo hacer. Estoy bien con eso. Disfruto conectarme con los fanáticos que aman el juego y estar ahí afuera, pero otras personas brillan más que yo con la atención constante.
Recorrí un largo camino para intentar comprender mi papel en los deportes electrónicos. Ya llegamos a un punto en el que la industria es más colaborativa y todos estamos en el mismo barco, disfrutándolo juntos.
Cuando comencé había una sensación de alienación para los jugadores y la experiencia se sentía extraña, pero ahora ya no es extraña en absoluto. Creo que eso se debe en parte a la capacitación en medios que recibimos de organizaciones como Valve, quienes moldearon nuestra comprensión de la industria de los e-sports para un jugador: qué es, por qué existe y cómo se está desarrollando.
Se trata de que los atletas jueguen en el escenario, dándolo todo para competir intensamente en un juego, analizándolo y entendiendo cómo se supone que debe jugarse. Se pasan la vida haciendo eso y hay muchas personas a las que les encanta verlo como entretenimiento.
El mejor momento de mi carrera profesional en los deportes electrónicos hasta ahora es ganar la final de The International 2018 con nuestro equipo, OG Esports. Cuando ganamos el quinto juego para llevarnos la serie y asegurar la victoria fue un éxtasis profesional. Simplemente la experiencia más gratificante.
Todo el equipo dimos mucho de nosotros mismos para prepararnos para el torneo y en nuestro desempeño. Se sintió como una tortura. Pero que funcionara y nos diera más de lo que soñábamos fue una sensación de locura.
SER JUGADOR DE E-SPORTS NO ES MIEL SOBRE HOJUELAS
El peor momento fue justo después de que dejé el equipo Cloud9, del que formaba parte en 2015. Nos tomó medio año llegar al torneo TI5 y luego tuvimos una actuación terrible. Me sentí muy agotado por ese proyecto y no era lo que esperaba cuando me inscribí.
No sentí que estaba llegando a donde quería con el juego. Fue mi punto más bajo. Estuve muy cerca de dejarlo y tomarme un año de descanso, para ver si regresaba. Pero realmente no estoy seguro de qué habría pasado si me hubiera tomado ese descanso.
Después, ese mismo año, fundé OG Esports y dirijo nuestra marca, de la cual estoy muy orgulloso. De hecho, no he jugado un solo juego de Dota en dos años. Dejé de disfrutarlos hace unos años. Se convirtió en una tarea pesada para mí porque jugaba mucho profesionalmente.
Tengo el título de jugador de e-sports con mayores ganancias, con más de 7 millones de dólares en premios en efectivo. Pero no me molesta defender eso. Realmente no anhelo ese tipo de estatus. Juego para ganar y por mis propios motivos, y siempre lo he hecho.
Quiero saber… ¿Puedo entender este juego correctamente? ¿Tengo la competencia para comprender esto para llevar a cabo un objetivo establecido?
Ciertamente obtuve lo que quería de los deportes electrónicos. Pero creo que es curioso que sigo siendo el que más gana en premios en efectivo. Siento que eso ya debería superarse, pero tal vez el covid-19 jugó a mi favor al ralentizar un poco las cosas en el ámbito de los torneos.
RECUPERÉ MIS FINES DE SEMANA
No volveré a Dota para defender algo, no quiero. No quiero dar mi tiempo. Solía dedicar todo mi tiempo al juego. Ahora no lo hago. Eso es lo único que ya no quiero dar de más.
Quiero dedicar una cantidad de tiempo que sea justa para mí y que me permita vivir un horario más normal en mi vida. Recuperé mis fines de semana. Puedo quedarme en un mismo lugar más a menudo porque no tengo que viajar todo el tiempo.
Se me dificultaba viajar por todo el mundo. Disfruto estar en diferentes lugares, pero el acto de viajar es muy tedioso y agotador. No me gustan los aviones. Tampoco me gustan los aeropuertos. No me gusta cómo pone a prueba mi sistema inmunológico. Me gusta la rutina, especialmente con mi dieta y otras cosas más. La vida en un avión puede ser muy dura.
Así que, si alguien toma el primer lugar en la clasificación, Dios lo bendiga. Estoy feliz por ti.
Creo que la industria de los e-sports se beneficiaría de eventos anuales fijos en ubicaciones únicas. Creo que eso tiene sentido y es una forma saludable de estabilizar las cosas.
La organización es más simple, es mejor para generar participación de los fanáticos, los jugadores tienen que viajar menos. Simplemente es más fácil hacer que eventos así sean exitosos en lugar de cambiar de ubicación a cada vez. Realmente funcionó cuando TI se celebró en Seattle durante algunos años.
ESTABA DISPUESTO A VENDER MI ALMA
Es mucho sacrificio el llegar a la cima de los deportes electrónicos. Estuve más que feliz de renunciar a todo tipo de cosas en mi vida por el juego cuando lo disfrutaba. Disfruté mucho del juego y del trabajo duro que implicaba. Obtuve más de lo que podría haber pedido de Dota.
No me arrepiento, pero dejó de ser divertido cuando me di cuenta de que estaba idealizando un futuro con más tiempo para mí. Allí fue. Las cosas cambiaron en mi vida y eso es bueno.
Mi prioridad número uno ahora soy yo, y las personas, criaturas y cosas que aprecio. He cambiado en ese sentido. Jugar solía ser todo para mí. Estaba dispuesto a vender mi alma por ello y ya no lo estoy. Definitivamente no.
Después de mi bienestar, mi máxima prioridad es lograr algo más con OG Esports y nuestros jugadores y equipos. Nada deseo más que el hecho de que estas personas tengan la misma experiencia que yo tuve, o incluso una mejor. Que logren cosas increíbles juntos y lleven sus habilidades al límite.
Me encanta la competencia. Vivo para esto. Es una gran parte de mi vida. Quiero hacerlo bien y que nuestra gente sienta que se les da la mejor oportunidad y las mejores posibilidades de lograrlo.
Solo quiero ayudar. Informar y compartir mis experiencias, y dar cuando alguien esté listo para recibir. Creo que es parte de mi vocación. N
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Johan “N0tail” Sundstein es el fundador de OG Esports. Sus memorias, Character Beats Talent, se publicaron en el otoño de 2024. Todas las opiniones expresadas son propias del autor. Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek.