EL CREADOR CHINO XING ZHILEI HA LLEVADO EL AMOR por sus mascotas al siguiente nivel: ¡construyó una ciudad con su propio sistema de metro completamente funcional para sus gatos!
El proyecto parece sacado de los sueños más divertidos de un amante de las mascotas. Con túneles, puertas sincronizadas, andenes, letreros LED, anuncios de voz e incluso una escalera mecánica, la ciudad parece una utopía, incluso para seres humanos. El pequeño metro cuenta con la característica que circula con suavidad, es puntual y limpio (algo que falla mucho en la redes de metro en muchas urbes).
Para lograr tal hazaña, Xing dedicó cuatro meses a diseñar y construir esta estación, enfrentándose a retos como la sincronización de las puertas y la seguridad de sus animales. Añadió detalles de un metro de primer nivel como mensajes de bienvenida y hasta barreras de protección.
🐱🚇 Cat Town: el paraíso urbano para gatos y mascotas, cine, spa, metro… ¿a poco no te gustaría visitarlo? 🔥#CatTown #Gatos #Mascotas #XingsWorld #China #CiudadMiniatura #MetroDeGatos #MeowDonalds #IngenieríaCreativa #Curiosidades #Animales #MiniMundo pic.twitter.com/uIXwrutHhG
— Rodrigo Vázquez (@rodvaN) September 2, 2025
El gran detalle que le dio a su trabajo hizo que el proyecto se volviera internacionalmente viral.
Pero este metro forma parte de un proyecto aún mayor, al que Xing llama Cat Town (Ciudad Gato, en inglés). A lo largo de estos meses, su obsesión por sus mascotas lo ha llevado a diseñar: un mini supermercado, un spa, un cine, un garaje e incluso una réplica a escala de un Tesla.
Más allá de sus propias mascotas y de esta curiosa infraestructura, también ha demostrado su compromiso con los animales. En una ocasión, construyó 100 refugios aislados en 48 horas para gatos callejeros de su comunidad.
En la idílica ciudad Cat Town, los felinos tienen acceso a restaurantes, fruterías, hoteles, bares con mesas de billar, sótanos y hasta un cine. Cada rincón está decorado y conectado como si se tratara de una verdadera metrópoli, donde sus gatos no solo son los habitantes, sino también parte de una sociedad activamente económica ya que ellos mismos son los conductores de los trenes.
Ante quienes lo acusan de usar inteligencia artificial por lo bizarra que es la idea, Xing ya graba su proceso de construcción para demostrar la autenticidad de su trabajo. Él mismo diseña maquetas digitales a escala, elabora planos y consigue materiales para después pasar horas ensamblando cada escenario.
El proyecto no solo entretiene a sus gatos, también a su hijo de tres años, que pasa horas explorando los escenarios junto a las mascotas. Y aunque construir esta ciudad implica espacio, dinero y tiempo, para Xing lo más complicado, según sus palabras, es filmar a los verdaderos protagonistas: sus gatos inquietos. N
