
CADA PERRO TIENE SU JUGUETE FAVORITO, PERO PUEDE QUE TU MASCOTA esté más apegada a su peluche de lo que imaginas.
En un hallazgo que podría explicar por qué algunos perros no soportan separarse de su juguete para morder, un grupo internacional de investigadores sugiere que ciertos caninos pueden desarrollar adicciones a sus juguetes de una manera similar a las adicciones conductuales humanas, como el juego o los videojuegos.
Un estudio publicado en Scientific Reports analizó a 105 perros para evaluar científicamente estos comportamientos compulsivos, que antes solo contaban con evidencia anecdótica. Los investigadores concluyeron que casi un tercio de los perros mostraban claros signos de adicción conductual.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Berna (Suiza) y de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria), se centró en perros que sus dueños describieron como “altamente motivados” para jugar con juguetes.
Las razas analizadas incluyeron malinois, border collies y labradores retriever, entre otras. Los animales fueron sometidos a pruebas específicas para medir su interacción con un juguete elegido, su relación con el dueño y su reacción al retirárseles el objeto.
Treinta y tres perros presentaron comportamientos que los investigadores clasificaron como similares a la adicción, reflejando síntomas comunes a las adicciones humanas: antojos, dificultad para controlarse, fijación excesiva y priorización del juguete sobre otras actividades. Algunos incluso mostraron desinterés por la comida o la interacción con sus dueños, y no lograban calmarse durante al menos 15 minutos después de que se les retiraran todos los juguetes.
Los autores observaron que, cuando su juguete estaba fuera de su alcance, estos perros se enfocaban en recuperarlo durante largos periodos, intentando acceder a él repetidamente y mostrando frustración visible.
El estudio, que el equipo considera la primera evaluación científica publicada sobre este tipo de comportamientos, sugiere que algunos perros pueden estar, literalmente, “enganchados” a sus juguetes.
En humanos, las adicciones conductuales se caracterizan por una necesidad compulsiva de participar en una actividad pese a sus consecuencias negativas. Reportes previos sobre perros ya apuntaban a comportamientos similares, como “lloriquear cuando un juguete está fuera de su alcance o seguir jugando pese al cansancio o una lesión.”
Si bien la investigación logró identificar estos comportamientos distintivos, los autores subrayan que aún se requiere más estudio.
Según el equipo, “es necesario determinar las razones por las que algunos perros se involucran de forma excesiva con sus juguetes y si esto puede afectar negativamente su bienestar.”
La comunidad científica espera con esto comprender mejor por qué algunos perros desarrollan una atención tan intensa y poco común hacia sus objetos favoritos. N