Panamá prepara un programa de limpieza de la inhóspita selva del Darién, contaminada por el paso de miles de migrantes que marchan hacia Estados Unidos, informó este miércoles 24 de julio un ministro panameño.
“Tenemos que poner orden en estas áreas, terminar con ese tráfico (de migrantes) lo antes posible y limpiar la naturaleza, limpiar el Parque Nacional de Darién (PND) para restaurarlo a su estado natural”, señaló el ministro de Medio Ambiente, Juan Carlos Navarro.
“Estamos por ahora en las primeras etapas de planificarlo, yo quisiera que lo pudiéramos hacer cuanto antes”, dijo Navarro sobre el plan para esta selva en la frontera entre Colombia y Panamá, considerada un pulmón de Centroamérica.
El proyecto, según Navarro, incluye limpieza y restauración ambiental de la zona dañada, además de un “apoyo económico” a las comunidades locales. Según el ministro, la limpieza se financiará con tres millones de dólares que aportaría Estados Unidos.
Ambos países suscribieron un acuerdo el 1 de julio mediante el cual Washington se comprometió a proporcionar seis millones de dólares para frenar la migración por el Darién.
Esta selva de 575,000 hectáreas de superficie, con vegetación espesa y gran variedad de especies de flora y fauna, se ha convertido en un corredor para miles de migrantes que tratan de llegar a Estados Unidos.
“Este trasiego migratorio se constata dentro del PND, el área protegida más grande de Panamá y Centroamérica, también sitio declarado como Patrimonio Mundial por la Unesco en 1981 a solicitud del gobierno de Panamá, por contar con elementos de belleza sobresalientes y por reconocimiento a su importancia global. Además, en 1983 fue mundialmente reconocido como Reserva de la Biosfera por el programa Hombre y Biodiversidad de la Unesco”, refiere en su sitio el Ministerio de Ambiente.
LIMPIEZA DEL DARIÉN: “AHORA HAY AGUAS CONTAMINADAS”
En 2023, más de 520,000 migrantes pasaron por esta jungla, pese a peligros como ríos caudalosos, animales salvajes y grupos criminales. Este año han atravesado la selva 200,000 personas, en su mayoría venezolanos, según estimaciones oficiales panameñas.
La policía fronteriza panameña informó este jueves de la muerte de diez migrantes ahogados en un río en una comarca indígena caribeña cercana a la frontera colombiana.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, informó días antes de asumir el mando el 1 de julio, que en el Darién había una “contaminación gigante” por “toneladas, toneladas y más toneladas de basura”.
Navarro lamentó la “injusticia ambiental cometida con estas poblaciones indígenas y autóctonas de Darién, donde estos migrantes tiran toda la basura del mundo”.
“Ríos que eran un oasis natural, ahora son aguas contaminadas por heces fecales, hasta por cadáveres”, agregó. N
(Con información de AFP)