CLAUDIA, una niña colombiana que radica en Cali, se hunde en la incertidumbre y en una inmensidad de emociones cuando habla de su infancia y de la violencia silenciosa por la que atraviesa. Además, una serie de eventos familiares y de comportamientos de los adultos la llevan a vivir en la tristeza, con momentáneos destellos de alegría, en la novela Los abismos.
Apenas en enero de este año, Pilar Quintana, escritora colombiana nacida en Cali, obtuvo el Premio Alfaguara de novela 2021 por Los abismos, obra que, a decir de sus lectores en Latinoamérica y España, los ha llevado a revivir su infancia.
Para Quintana, adentrarse en la vida de una niña para narrar los temores, alegrías e incertidumbres a los que se enfrenta por los tropiezos de los adultos que la rodean fue una tarea difícil, a pesar de que el trabajo de un escritor consiste en ponerse en el lugar del otro.
Al final, “todos hemos sido niños, pero nosotros olvidamos la niñez. Olvidamos cómo es sentirnos niños y cómo es ser niños. Tuve una ventaja, además de la memoria y de ponerme en el lugar del otro, es mi hijo, que en ese momento tenía cinco años. A través de él pude conectarme de nuevo con esa niña que fui por las preguntas que tienen, las inquietudes, las conclusiones a las que llegan, me conectaron con mi propia niña”, cuenta Pilar Quintana en entrevista desde Bogotá, Colombia, con Newsweek México.
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En Los abismos, Claudia, la niña personaje principal de la historia, nos adentra en la visión que tienen los menores para digerir los problemas de los adultos y muestra, a lo largo de la historia, algunas de las violencias a las que se enfrenta, directa o indirectamente. La violencia silenciosa es una de las más difíciles. La autora de la novela nos habla al respecto.
“Hay un momento en que sus padres pelean. Tienen una pelea horrible donde su padre, incluso, se torna violento y eso le hace mucho daño a la niña, pero eso no creo que sea lo peor que le pase. Lo peor es que, después, entre sus padres se instala un silencio tremendo y hacen de cuenta como si nada hubiera pasado y creo que ese silencio, ese no ver el problema a los ojos y ese no explicarle a la niña lo que está pasando, es lo más difícil para ella”, explica.
Si bien la literatura de Pilar Quintana se caracteriza por hablar de temas como el erotismo, el deseo sexual femenino y la violencia con perspectiva de género, la autora sale del canon para escribir de lo que a otros les incomoda en sus novelas.
—¿Qué temas consideras que siguen siendo tabú en Colombia?
—Hay muchos temas que “no está bien tocar”, sobre todo para una mujer. Digamos, el deseo sexual femenino es un tema que sigue resultando tabú porque a las mujeres nos enseñan que no deseamos, que la que desea es “puta”, pero además, si llegases a desear, no podés hablar de eso porque está muy mal visto.
“Entonces, he escrito muchísimo sobre el deseo sexual femenino porque ha existido y es una realidad y pues, las mujeres deseamos, tanto como los hombres desean, somos seres humanos.
—¿Es parte de la revolución femenina para señalar que a nosotras también nos gusta sentir?
—Sí, digamos que hay unos modelos de mujer que son los ideales de mujer. A la mujer se le asocia con características como dulzura, sacrificio, maternal, ideas de ese tipo, y yo nunca jamás me he sentido identificada con esas características de lo supuestamente femenino. Yo no soy esa mujer. El feminismo me ha enseñado y me ha permitido validar que las mujeres somos diversas e infinitas, tanto como los hombres, y que no hay un modelo de mujer ideal, sino que hay tantas mujeres y tanta variedad de ser mujer como individuos.
“Lo mismo con los hombres, donde la sociedad patriarcal tiene unos modelos de lo que es aceptable de lo masculino, pero los hombres también vienen de todos colores y sabores”.
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—¿Por qué crees que todavía asusta tanto hablar de sexualidad, sexo, violencias y erotismo?
—Yo creo que porque es rompedor. Nos salimos del molde de lo correcto y de lo debido, del mandato social y una mujer emancipada, asusta.
—¿Hace falta normalizar el hablar de sexo tanto como sucede con la violencia?
—Por supuesto. Muchos niños crecemos en hogares violentos donde la violencia es común, todavía en Colombia está el debate de pegarle a los niños. Eso es tener la violencia normalizada, pero es tabú hablar de una mujer que diga que tiene deseos sexuales y eso escandaliza, entonces, es verdaderamente increíble que todavía se siga pensando así.
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Pilar Quintana cuenta que recibir el Premio Alfaguara de novela 2021 fue una sorpresa tremenda que la hizo transitar por todas las emociones, desde no creerlo hasta darse cuenta de que era verdad, que había sucedido y que la alegría era infinita. La autora dice sentirse honrada y agradecida con un reconocimiento que le trajo alegría, gratitud y mucho amor por parte de sus lectoras y lectores.
Actualmente trabaja en una obra de teatro que espera estrenar en este 2021. También se ocupa en la elaboración de una biblioteca de escritoras colombianas, un proyecto del Ministerio de Cultura en Colombia del cual funge como editora general.
El objetivo es “rescatar a las grandes escritoras colombianas que salieron del canon y de repente están descatalogadas, pero en su momento fueron escritoras estupendas. La vocación de esta biblioteca es rescatarlas para que puedan ser leídas”, concluye. N