Los contagios por COVID-19 se dispararon esta semana en Europa, una situación que hizo que el gobierno español decretara el viernes el estado de alarma en Madrid para hacer frente a esta pandemia cuyas restricciones han bloqueado a casi tres millones de migrantes en el mundo.
En la última semana, la pandemia se aceleró claramente, con 315,000 nuevos casos detectados cada día en el mundo, es decir, un 6% más que la semana anterior, según un balance de la AFP.
Pero en Europa, hubo un 28% más de casos. El número de infecciones diarias es hoy cinco veces mayor al de hace tres meses (unos 84,400 ahora frente a 15,000 de principios de julio). En total, en este continente, ha habido más de 6,2 millones de personas contagiadas y casi 240,000 fallecidos por COVID-19.
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España es uno de los países europeos más afectados por estos rebrotes. Este viernes el gobierno decretó el estado de alarma durante quince días en Madrid y varios municipios aledaños, después de que la justicia anulara la decisión gubernamental de confinar a parte de la región de la capital, que entró en vigor hace una semana.
En Madrid, epicentro de la epidemia en España, la tasa de contagio es de 700 casos por cada 100,000 habitantes (más del doble que en el resto del país).
Con la decisión del gobierno, se reinstaura el confinamiento perimetral que afecta a unos 4,5 millones de habitantes. “Hay que tomar medidas para proteger la salud de los madrileños y evitar que esto se propague a otras comunidades autónomas”, indicó el ministro de Salud, Salvador Illa.
Con la llegada del otoño y sin que se haya encontrado una vacuna ni ningún remedio eficaz, el virus sigue circulando a un ritmo acelerado y ya ha matado a más de 1 millón de personas y contagiado a más de 36 millones en todo el mundo.
Blindarse ante la segunda ola
Los gobiernos tratan de blindarse ante la segunda ola del coronavirus, intentando alcanzar un equilibrio, para que las restricciones de movilidad no lastren todavía más la actividad económica, fuertemente impactada por la pandemia.
En prácticamente todas las regiones del mundo la propagación de la epidemia tiende a acelerarse: +11% en África, +6% en Estados Unidos y Canadá, +3% en América Latina y el Caribe, +2% en Oriente Medio y +1% en Oceanía. La situación solamente mejoró en Asia (-7%).
En Rusia, la pandemia batió un récord de contagios en las últimas 24 horas, cuando se detectaron 12,126 nuevos casos, con lo que el total superaba ya los 1,2 millones. Sin embargo, las autoridades no prevén, de momento, medidas más estrictas de confinamiento.
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Ni siquiera Alemania, que hasta ahora se había erigido como un modelo en la gestión de la crisis sanitaria, escapa esta segunda oleada y la canciller Angela Merkel advirtió este viernes de que si los contagios no se estabilizan en diez días, habrá nuevas restricciones.
Sin embargo, las cifras de Alemania (unos 310,200 casos y alrededor de 9,600 fallecidos) siguen siendo muy inferiores a la de otros países europeos con una población similar.
Por otro lado, Naciones Unidas llamó la atención este viernes sobre la situación que atraviesan al menos 2,75 millones de migrantes, como trabajadores temporales, estudiantes internacionales o residentes provisionales, que se quedaron varados en el extranjero a causa de las restricciones al a movilidad impuestas por la pandemia.
La ONU ha calculado que la recesión mundial provocada por el coronavirus puede hacer que entre 83 y 132 millones de personas suplementarias sufran el hambre en primera persona en los próximos meses.