Reducir el equivalente en calorías de seis galletas Oreo al día podría reducir el riesgo de que una persona desarrolle condiciones como enfermedad cardíaca, según los investigadores.
El estudio involucró a 218 adultos con edades entre 21 y 50 años quienes tenían un peso sano o un ligero sobrepeso pero no obesidad. Con el respaldo de resultados prometedores en estudios que involucraron animales y humanos, los autores del artículo publicado en la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology querían descubrir si restringir las calorías conllevaba algún beneficio a la salud.
Los investigadores primero les pidieron a los participantes que hicieran tres comidas al día, lo cual redujo una cuarta parte de su ingesta regular de calorías por un mes. Luego, el equipo les dijo a los participantes que eligiesen de entre seis planes alimentarios que seguirían por dos años, lo cual continuó la reducción de 25 por ciento en su ingesta diaria de calorías. En promedio, ello sumó una disminución de 2467 kcal a 2170 kcal: casi 300 calorías, o seis galletas Oreo.
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Durante los primeros seis meses de la prueba, los participantes acudieron a sesiones semanales de asesoría. Mientras tanto, un grupo de control de 75 personas continuó con su dieta normal, y visitó a los investigadores una vez cada seis meses. Los participantes escribieron cuánto comían en diarios alimentarios.
Al final del estudio, la mayoría de los participantes fue capaz de reducir alrededor de 12 por ciento, en vez del 25 por ciento pretendido, de su ingesta diaria de calorías. En promedio, los participantes perdieron 7.5 kilogramos, o 10 por ciento de su peso corporal, incluido 71 por ciento de grasa. Mientras tanto, el grupo de control ganó peso en promedio.
Los investigadores creen que los participantes tal vez hayan tenido menor riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, merma cognitiva y cáncer, ya que sus niveles de un biomarcador vinculado a la inflamación crónica disminuyeron en el período de dos años. También tenían caderas más delgadas, así como mejor presión sanguínea y niveles de colesterol e insulina.
“Estos hallazgos sugieren el potencial de una ventaja sustancial para la salud cardiovascular que tiene el practicar una restricción moderada de calorías en individuos sanos jóvenes y maduros, y son prometedores en pronunciados beneficios a largo plazo para la salud”, escribieron los autores.
“Estos hallazgos deberían dar una nueva herramienta para que los médicos clínicos combatan los estragos de dietas malas y poco sanas”.
Los autores escribieron que aun cuando el estudio tuvo una muestra grande para un programa tan intensivo, este estuvo limitado porque no fueron capaces de medir la acumulación de placa en las arterias de los participantes.
Carl Pieper, un coautor y profesor adjunto de bioestadística y bioinformática en la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke, dijo a Newsweek: “Hasta donde sabemos, este también es uno de los primeros estudios que estudia los efectos de la restricción de calorías en personas que ya tienen un peso saludable.
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“Algo de restricción de calorías es fácil de conseguir. Es más difícil conseguir y sostener una restricción calórica del 25 por ciento, tal como se prescribió en esta prueba. Sin embargo, cualquier grado de restricción se asoció con una disminución de estos marcadores”.
Él argumentó: “Esta investigación es extremadamente importante desde una perspectiva de salud pública. La enfermedad cardíaca es la causa principal de incapacidad y muere alrededor del mundo. Miles de hombres y mujeres alrededor del mundo mueren todos los días por enfermedad cardiovascular. Incluso una modificación que no sea tan severa como la que usamos en este estudio podría reducir la carga de enfermedad cardiovascular y diabetes alrededor del mundo”.
El Dr. William E. Kraus, autor principal del estudio y un cardiólogo y profesor distinguido de medicina en el Centro Médico de la Universidad de Duke, comentó en una declaración: “Hay algo en la restricción de calorías, algún mecanismo que todavía no entendemos que resulta en estas mejoras. Hemos recopilado muestras de sangre, músculo y demás de estos participantes y continuaremos explorando cuál podría ser esta señal metabólica o molécula mágica”.
Kraus dijo: “Esto muestra que incluso una modificación que no sea tan severa como la que usamos en este estudio reduce la carga de diabetes y enfermedad cardiovascular que tenemos en este país.
“La gente puede hacer esto con muchísima facilidad mediante solo cuidar sus pequeñas indiscreciones aquí y allá, o tal vez reducir la cantidad de éstas, como no comer botanas después de cenar”, sugirió Kraus.
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En Estados Unidos, alrededor de 610,000 personas mueren de enfermedad cardíaca cada año, mientras se piensa que 30.3 millones tienen diabetes, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
En un editorial publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology, el profesor Frank B Hu, un experto en nutrición, diabetes y enfermedad cardiovascular en la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard, escribió que la prueba era “pionera”.
“Es la primera intervención a largo plazo de restricción de calorías en participantes jóvenes y maduros no obesos con una muestra grande. La ingesta de energía y el gasto de energía fueron medidos cuidadosamente tanto con herramientas convencionales de valoración dietaria y agua marcada doblemente”, escribió él. El trabajo también tuvo un índice de retención superior al promedio de participantes que estudios anteriores de pérdida de peso, dijo él.
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Publicada en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek