El presidente estadounidense, Donald Trump, dio la bienvenida a tres ciudadanos estadounidenses que fueron detenidos por Pyongyang, en una imagen cargada de simbolismo en las semanas previas a su encuentro con el líder norcoreano Kim Jong Un.
La primera dama Melania Trump, el vicepresidente Mike Pence y su esposa, Karen Pence, se unieron a la bienvenida en la base área de Andrews, cerca de Washington, donde se había desplegado una enorme bandera estadounidense.
Alrededor de las 2:30 horas, arribó el avión donde viajaban los tres estadounidenses y el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Kim Dong Chul, quien fue el prisionero que pasó mayor tiempo en la cárcel norcoreana –después de su arresto en 2015 por cargos de espionaje– fue el primero en salir del avión, levantando los brazos y las manos en señal de victoria.
Kim Sand Duk, también conocido como Tony Kim –fue arrestado en abril pasado– quedó en segundo lugar, y Kim Hak Song, quien fue detenido en mayo, lo siguió.
“Felicidades por estar en este país”, les dijo Trump una vez que todos se reunieron frente a los reporteros, quienes querían saber cómo se sentían los exdetenidos en su hogar.
“Queremos expresar nuestra profunda gratitud hacia el gobierno de Estados Unidos, el presidente Trump, el secretario Pompeo y el pueblo estadounidense por traernos de vuelta a casa”, afirmaron los tres exdetenidos en un comunicado.
“Es como un sueño, estamos muy, muy felices”, dijo Kim Dong Chul en coreano, mientras sus palabras eran traducidas a través de un intérprete. Frente a la prensa, narró que tenía que hacer trabajos forzados, pero que los médicos de Corea del Norte lo trataron cuando cayó enfermo.
Utilizando palabras cálidas para describir a los exprisioneros, Trump también aprovechó la oportunidad para mostrar su respeto a otro ciudadano estadounidense que fue detenido en Corea del Norte, el estudiante Otto Warmbier.
Warmbier fue repatriado el año pasado y regresó a casa en estado de coma. Murió poco después. “Otto Warmbier fue un gran joven que realmente sufrió. Sus padres son personas increíbles”, dijo Trump.
Al comentar el giro que han dado las relaciones entre Washington y Pyongyang, Trump dijo: “Estamos comenzando sobre una nueva base… liberó a los muchachos antes. Es una gran cosa. Muy importante para mi”.
“Y creo que realmente tenemos una muy buena oportunidad de hacer algo muy significativo y si alguien hubiera dicho esto cinco, diez años atrás, incluso un año atrás, habríamos dicho que esto no era posible”, indicó para añadir: “Han pasado muchas cosas buenas”.
Según analistas, la liberación de los tres estadounidenses da una muy necesaria victoria diplomática a Trump y elimina el último gran obstáculo para su histórico encuentro con Kim.
(Con información de Sofia Lotto Persio/ Newsweek y AFP)