
EL BIÓLOGO, ANTHONY WADDLE, EXPERTO EN ANFIBIOS y hongos, ha encontrado una solución tan fascinante como efectiva para combatir la extinción de las ranas: un “temazcal”. En Australia, ya ha logrado construir 70 de estos refugios térmicos.
Más que un centro de relajación, el “temazcal” o sauna es un innovador proyecto de conservación. Estas estructuras, hechas de ladrillos y plástico translúcido, están diseñadas para que las ranas las encuentren y entren por sí mismas. El concepto surgió de una observación clave: el hongo mortal que ataca a las ranas es extremadamente sensible al calor.
En 2013, investigadores descubrieron un patrón: las ranas que vivían cerca de grandes rocas de granito sobrevivían al hongo. Su teoría era que las rocas actuaban como esponjas de calor, liberándolo lentamente durante la noche y creando microhábitats más cálidos. Este ambiente era suficiente para limitar el crecimiento del hongo. Con esta idea en mente, Waddle se propuso llevar la teoría a la práctica y construir refugios artificiales.
El resultado fue un sauna para ranas, una instalación sencilla y de bajo costo que ha demostrado ser muy eficaz. Sus experimentos revelaron que los anfibios, como la amenazada rana campana verde y dorada, encuentran estos refugios fácilmente y entran para recibir su “tratamiento de lujo”.
La investigación de Waddle en infecciones fúngicas comenzó hace casi 12 años. Su dedicación lo ha llevado desde un proyecto de licenciatura hasta un puesto posdoctoral, investigando soluciones de biología sintética para la resistencia a estos hongos.
En 2024, el estudio de Waddle y su equipo, publicado en la revista Nature, demostró que la sauna podía tratar la mortal infección del hongo quítrido.
Con el apoyo de las comunidades, hoy en día, ya se han registrado más de 1.3 millones de ranas en el mapa, un esfuerzo monumental para salvar a estos anfibios.
Sú éxito no solo radica en su diseño, sino también en la colaboración de la comunidad. Waddle y sus estudiantes, se aventuran en las afueras de Sídney para buscar ranas y llevarlas a los refugios.
Además, el equipo ha creado guías, videos y talleres para que los ciudadanos construyan sus propias saunas. También trabajan con la aplicación FrogID, que permite a los usuarios grabar los cantos de las ranas para mapear su ubicación. Esta aplicación es la que ha registrado más de 1.3 millones de ranas y ha contribuido al descubrimiento de 13 nuevas especies.
El enfoque de Waddle, “un espíritu emprendedor poco convencional”, ha logrado financiamiento y apoyo de lugares inesperados. “No me canso de justificar que lo que hago es importante, porque estamos salvando especies de la extinción”, afirma.
El proyecto demuestra que una solución simple y práctica, unida al esfuerzo comunitario, puede tener un impacto masivo en la conservación. Con cada rana salvada, especialmente las hembras que pueden producir miles de crías, se da un paso gigante para cambiar la trayectoria de una población y asegurar un futuro para estas especies.
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