
ISRAEL INTENSIFICÓ EL MIÉRCOLES SUS OFENSIVAS en los alrededores de Ciudad de Gaza antes de que el expresidente estadounidense Donald Trump presida una reunión en la Casa Blanca sobre la posguerra en el devastado territorio palestino.
Trump anunció en Washington que la guerra de Israel en Gaza podría concluir de forma decisiva en solo dos o tres semanas. Su previsión llega en un momento de presión global sobre el gobierno israelí para poner fin a su campaña de casi dos años, con una crisis humanitaria que empeora y un balance de muertes civiles cada vez mayor.
El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, confirmó que el exmandatario presidirá una reunión en la Casa Blanca para formular un plan de posguerra. “Es un plan muy completo que estamos elaborando para el día después”, dijo Witkoff a Fox News, sin dar más detalles. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no reveló más información sobre el encuentro, pero declaró que la guerra “comenzó en Gaza y terminará en Gaza. No dejaremos a esos monstruos allí”.
Mientras tanto, en el terreno, el ejército israelí afirmó que la evacuación de Ciudad de Gaza es “inevitable”, con el fin de alistarse para tomar la mayor ciudad del territorio. Un portavoz del ejército escribió en la red social X: “Cada familia que se reubique en el sur recibirá la mayor ayuda humanitaria posible”.
Sin embargo, los residentes describen una situación de extremo peligro. Tala al Jatib, de 29 años, residente del barrio Zeitún, relató que “varias casas fueron destruidas. Nosotros aún estamos en nuestra casa. Algunos vecinos huyeron, pero donde quiera que huyas, la muerte te sigue”. Abdel Hamid al Sayfi, de 62 años, afirmó por teléfono que no ha salido de su casa desde el martes, porque “quien sale recibe disparos”.
La situación humanitaria en Gaza se agrava, con reportes diarios de muertes de civiles, periodistas y médicos, y una hambruna generalizada en el territorio asediado. A pesar de esto, Estados Unidos continúa suministrando a Israel miles de millones de dólares en armamento y se opone al reconocimiento de un Estado palestino.
Un informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), una autoridad respaldada por la ONU, declaró que la zona de Ciudad de Gaza sufre una hambruna y atribuyó la situación a la “obstrucción sistemática de Israel”. Netanyahu calificó el reporte de “mentira descarada” y su Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró que pedirá la retractación del informe, argumentando que la IPC está “politizada”.
En medio de esta crisis, Trump ha expresado su preocupación por el estado de hambruna y muerte en Gaza. No obstante, ha destacado los esfuerzos para liberar a los rehenes israelíes. A pesar de que el presidente expresó su desaprobación por un ataque israelí al Hospital Nasser, en el que murieron 21 palestinos, incluyendo cinco periodistas.
Su propuesta de solucionar el conflicto en pocas semanas ha sido recibida con escepticismo, dado el constante apoyo militar estadounidense a la ofensiva.
Los mediadores han transmitido un borrador de acuerdo para un alto el fuego y la liberación de rehenes, que ya ha sido aceptado por Hamás. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Catar, que actúa como mediador, declaró que aún “aguardan una respuesta” de Israel.
En Israel, la presión por la paz es palpable. Decenas de miles de manifestantes se congregaron en Tel Aviv para exigir el fin de la guerra y un acuerdo para liberar a los rehenes. “¡Ya basta!”, clamó Silvia Cunio, una argentina emigrada a Israel, cuyo hijos están secuestrados en Gaza.
Hamás aceptó la propuesta que contempla la liberación escalonada de los rehenes a lo largo de 60 días a cambio de prisioneros palestinos. La ofensiva de Israel, en represalia por el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, ha dejado al menos 62,895 muertos, la mayoría civiles. El ataque de Hamás causó la muerte de 1,219 personas, en su mayoría civiles. N
(Con información de agencias)
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