
EL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS, Donald Trump, señaló este lunes 25 de agosto que espera reunirse nuevamente con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, al tiempo que lanzó un ataque extraordinario contra el mandatario de Corea del Sur, al que recibió en la Casa Blanca.
Horas antes de que el mandatario Lee Jae Myung llegara para su muy planificada primera visita a la Casa Blanca, Trump recurrió a las redes sociales para denunciar lo que llamó una “Purga o Revolución en Corea del Sur”, aparentemente por allanamientos que involucran iglesias.
Unos 40 minutos después de comenzar una reunión en la Oficina Oval en la que Lee elogió profusamente a Trump, el líder estadounidense descartó su propia y contundente crítica, al argumentar: “Estoy seguro de que es un malentendido, ya que hay un rumor circulando”.
Trump sostuvo que creía estar en la misma línea que Lee respecto a Corea del Norte, un progresista que apoya la diplomacia sobre la confrontación. Lee, un abogado que defendía derechos laborales y que ha criticado al ejército estadounidense en el pasado, inmediatamente halagó a su anfitrión y dijo que Trump ha convertido a Estados Unidos “no solo en un guardián de la paz, sino en un hacedor de paz”.
“Espero con ansias su reunión con el presidente Kim Jong Un y la construcción de una Trump Tower en Corea del Norte, y jugar al golf allí”, le dijo Lee.
El mandatario surcoreano fue elegido en junio tras la destitución de Yoon Suk Yeol, de postura más beligerante, quien brevemente impuso la ley marcial en el país.
Trump, quien se reunió con el norcoreano Kim Jong Un tres veces durante su primer mandato, elogió su relación e indicó que lo conocía “mejor que nadie, casi, excepto su hermana”.
“Algún día lo veré. Tengo ganas de verlo. Fue muy bueno conmigo”, dijo Trump a periodistas antes de recibir al presidente de Corea del Sur.
Trump afirmó que Corea del Norte ha estado disparando menos cohetes desde que regresó a la Casa Blanca el 20 de enero. Incluso una vez aseguró que él y Kim “se enamoraron”. Si bien sus reuniones redujeron las tensiones, no lograron un acuerdo duradero.
Desde entonces, Kim ha forjado una relación cercana con Rusia, con envío de tropas para luchar contra Ucrania, y se ha negado rotundamente a desmantelar el programa nuclear de Corea del Norte.
En contexto, el nuevo presidente surcoreano viene a Washington en busca de acuerdos sobre temas comerciales y a dialogar sobre la estrategia a adoptar frente a Corea del Norte, cuyo líder supervisó el sábado pruebas de misiles de defensa antiaérea, según la agencia oficial KCNA.
Lee habló con Trump a través de un intérprete, lo cual cambió el ritmo del estadounidense, quien no duda en pelear con sus invitados. Trump, quien frecuentemente acusa a los aliados europeos de aprovecharse de Estados Unidos, dejó claro que presionaría fuertemente por una mayor compensación por parte de Corea del Sur a su país por los 28,500 soldados estadounidenses estacionados en la parte sur de la península.
De hecho, Trump sugirió que Estados Unidos podría tomar el control de las tierras donde está su base militar, una idea que probablemente enfurecería a los compañeros de Lee en la izquierda surcoreana. N
(Con información de agencias)