

NICOLAS SARKOZY SALIÓ ESTE LUNES DE PRISIÓN TRAS 20 DÍAS ENTRE REJAS. El expresidente francés fue liberado luego de que un tribunal de apelación en París aceptara su solicitud de libertad condicional, aunque con medidas de control judicial y la prohibición de salir del país.
Sarkozy, de 70 años, se convirtió el 21 de octubre en el primer jefe de Estado francés en acabar tras las rejas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y el primero de un país miembro de la Unión Europea.
El mismo día de su ingreso, presentó una petición de libertad condicional, recurso que la ley francesa permite a las personas mayores de 70 años. El tribunal de apelación aceptó su solicitud este lunes, permitiéndole esperar libre el juicio en apelación.
El exmandatario abandonó la prisión parisina de la Santé a bordo de un vehículo con cristales tintados y escoltado por la policía. “Se ha aplicado la ley. Ahora voy a preparar el juicio de apelación. Toda mi energía se centra en un único objetivo: demostrar mi inocencia. La verdad prevalecerá”, escribió Sarkozy en X horas después de salir.
Durante la audiencia, compareció por videoconferencia, con chaqueta azul oscuro, suéter y camisa, y describió su paso por prisión como una “pesadilla”. Agradeció al personal penitenciario por haberlo hecho “soportable”.
“Es muy duro, muy duro. Ciertamente lo es para cualquier detenido. Yo diría incluso que es extenuante”, dijo ante el tribunal, donde estuvieron presentes su esposa, la cantante Carla Bruni, y dos de sus hijos.
Sarkozy fue condenado por asociación ilícita por haber permitido que allegados suyos se acercaran al régimen de Muamar Gadafi en Libia, con el fin de obtener fondos para financiar ilegalmente su campaña presidencial de 2007.
Aunque no se demostró que el dinero se usara “en última instancia” en dicha campaña, el tribunal consideró probado que los fondos provenían de Libia y calificó los hechos de “excepcional gravedad”.

La sentencia causó controversia, ya que el tribunal ordenó su ingreso inmediato en prisión sin esperar el resultado del recurso. “Esta mañana encierran a un inocente”, declaró Sarkozy antes de entrar en la cárcel, denunciando un “escándalo judicial” y un “viacrucis”.
Su abogado, Christophe Ingrain, argumentó que la detención representaba una “amenaza” para su cliente, posición con la que coincidió la fiscalía, favorable a su liberación bajo control judicial.
El expresidente podrá esperar en libertad el juicio de apelación, previsto para la segunda mitad de marzo, pero no podrá contactar con uno de sus antiguos aliados, el ministro de Justicia Gérald Darmanin.
La visita de Darmanin a Sarkozy el 29 de octubre en prisión generó malestar entre los jueces. El fiscal general de Francia, Rémy Heitz, acusó al ministro de “atentar contra la independencia de los magistrados”. El entorno de Darmanin respondió que “el ministro de Justicia siempre aplica las decisiones judiciales”, y justificó el encuentro como parte de su “deber de vigilancia”.
Esta no es la primera condena que enfrenta Sarkozy. El político conservador ya había cumplido arresto domiciliario con tobillera electrónica por casos de corrupción, tráfico de influencias y financiación ilegal de campaña en 2012, además de tener otros procesos abiertos.
Su liberación marca un nuevo capítulo en la larga batalla judicial del expresidente francés, quien busca revertir una de las sentencias más severas dictadas contra un líder europeo en las últimas décadas. N