

VLADIMIR PUTIN VOLVIÓ A PONER LA SOMBRA NUCLEAR SOBRE LA MESA. El presidente ruso declaró este miércoles que Moscú podría reanudar sus ensayos nucleares si Estados Unidos decide hacer lo mismo. El comentario lo hizo después de que el presidente Donald Trump ordenara al Pentágono “comenzar a probar” el arsenal atómico estadounidense.
Durante una reunión de su Consejo de Seguridad, Putin instruyó a las autoridades competentes a “recopilar información adicional” y presentar propuestas coordinadas sobre la posible preparación de nuevos ensayos.
La declaración, transmitida por la televisión estatal, marca uno de los mensajes más contundentes del Kremlin sobre el equilibrio nuclear desde el fin de la Guerra Fría.
Putin calificó de “cuestión seria” las palabras de Trump, quien justificó su decisión alegando que “otros países lo hacen”, sin aclarar si se refería a pruebas con explosiones nucleares reales. Estados Unidos no ha realizado una detonación de este tipo desde 1992, año en que entró en vigor su moratoria unilateral.

El mandatario ruso recordó que el último ensayo nuclear de Moscú tuvo lugar en 1990, poco antes de la disolución de la Unión Soviética. Desde entonces, Rusia, al igual que otras potencias nucleares, ha continuado con pruebas de vectores sin carga nuclear, como el dron submarino Poseidón o el misil de crucero Burevestnik.
Putin insistió en que Rusia “ha respetado escrupulosamente sus obligaciones” bajo el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares . Sin embargo, advirtió que si Estados Unidos u otros países firmantes deciden reanudar sus ensayos, “Rusia se vería obligada a tomar medidas de represalia adecuadas”.
La declaración refleja un cambio de tono respecto a meses anteriores, cuando el Kremlin aseguraba no tener intención de romper el tratado. Analistas internacionales consideran que este tipo de mensajes pretenden ejercer presión política y estratégica sobre Washington, en un contexto global de tensiones crecientes.
El ministro ruso de Defensa, Andréi Beloúsov, fue aún más directo al proponer “iniciar inmediatamente la preparación de ensayos nucleares a gran escala”.
El funcionario citó como posible sitio de pruebas el archipiélago de Nueva Zembla, en el Ártico, lugar histórico de los ensayos soviéticos más potentes, incluida la “Bomba del Zar” en 1961, la detonación nuclear más grande de la historia.

Según Beloúsov, los planes estadounidenses “aumentan considerablemente el nivel de amenaza militar para Rusia”, por lo que el país “debe estar preparado para responder en consecuencia”.
El posible retorno de los ensayos nucleares por parte de Rusia y Estados Unidos podría reabrir una etapa de rivalidad estratégica que el mundo no veía desde hace más de tres décadas.
Con ambos líderes endureciendo su retórica, analistas advierten que cualquier movimiento en esa dirección podría erosionar los cimientos del régimen internacional de control de armas.
Por ahora, Moscú dice que solo “evalúa escenarios”, pero la advertencia de Putin confirma un endurecimiento en la política nuclear rusa y un nuevo pulso con Washington, esta vez bajo la mirada atenta de un planeta que ya vive múltiples conflictos abiertos. N