¿Y si un análisis de cera de oído pudiera anticipar uno de los trastornos neurológicos más devastadores? Investigadores de la Sociedad Estadounidense de Química (ACS, por sus siglas en inglés) afirman haber desarrollado un sistema innovador que podría detectar el Parkinson en etapas tempranas a través del olor de una sustancia presente en nuestros oídos: el sebo.
Cada año, más de 90 mil personas son diagnosticadas con Parkinson en Estados Unidos, una enfermedad neurodegenerativa que afecta progresivamente el movimiento y otras funciones cerebrales. Con la mortalidad en aumento y las terapias actuales limitadas a retrasar los síntomas, el diagnóstico precoz se ha convertido en una prioridad médica global.
EL SEBO COMO BIOMARCADOR DEL PARKINSON
El sebo es una sustancia aceitosa que el cuerpo produce de forma natural para proteger y lubricar la piel, incluyendo la del conducto auditivo. Estudios anteriores ya habían identificado que el sebo de personas con Parkinson emite un olor característico, tipo almizclado, debido a la alteración de sus compuestos orgánicos volátiles.
Para profundizar en esta relación, el equipo de científicos recolectó muestras de cera auditiva de 209 personas, más de la mitad con diagnóstico confirmado de Parkinson. Posteriormente, aplicaron técnicas avanzadas de cromatografía de gases y espectrometría de masas para identificar las moléculas presentes.
Los investigadores encontraron que cuatro compuestos orgánicos volátiles eran marcadamente distintos en los pacientes con Parkinson: etilbenceno, 4-etiltolueno, pentanal y 2-pentadecilo-1,3-dioxolano. Estos fueron señalados como posibles biomarcadores de la enfermedad.
UN SISTEMA DE IA CON 94% DE PRECISIÓN
Con estos datos, los expertos entrenaron un sistema de inteligencia artificial olfativa: un modelo robótico que simula el sentido del olfato humano. El resultado fue asombroso: la IA logró diferenciar muestras de personas con y sin Parkinson con un 94% de precisión.
Los hallazgos fueron publicados esta semana en la revista científica Analytical Chemistry y se perfilan como una alternativa económica, no invasiva y precisa para la detección temprana del Parkinson, un padecimiento que actualmente afecta a 1.1 millones de estadounidenses.
“Este método es aún un experimento de pequeña escala y en un solo centro en China”, explicó Hao Dong, autor del estudio. “El siguiente paso será ampliar la investigación a diferentes etapas de la enfermedad, múltiples centros de estudio y diversos grupos étnicos, para evaluar su aplicabilidad práctica”.
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE DETECTAR EL PARKINSON TEMPRANO?
El diagnóstico del Parkinson suele hacerse cuando ya hay una pérdida significativa de neuronas dopaminérgicas. Como la mayoría de los tratamientos actuales solo retrasan el avance de los síntomas, identificar la enfermedad en fases tempranas puede cambiar drásticamente el pronóstico del paciente.
Sin embargo, las pruebas actuales son costosas, lentas y, en ocasiones, dependen del criterio subjetivo del especialista.
Este avance no solo abre la puerta a una detección más accesible y objetiva, sino que también podría integrarse como herramienta de tamizaje masivo en clínicas y hospitales.
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Investigadores han identificado marcadores del Parkinson en el sebo contenido en la cera de oído.
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Utilizaron inteligencia artificial para crear un sistema olfativo que detecta la enfermedad con 94% de efectividad.
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El estudio fue publicado en Analytical Chemistry y representa un avance prometedor hacia el diagnóstico precoz del Parkinson.
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Aún se requieren pruebas a mayor escala para validar su aplicación clínica global.
Este enfoque, que combina biología, química avanzada e inteligencia artificial, podría revolucionar el modo en que detectamos y tratamos enfermedades neurodegenerativas en el futuro cercano. N
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