¿Perdiste el sentido del gusto en la edad adulta?, entonces podrías correr el riesgo de padecer una muerte prematura. Esta es la sorprendente conclusión a la que llegó un equipo de investigadores dirigido por el Laboratorio Clave de Nutrición de Precisión y Calidad de Alimentos, de la Universidad de Agricultura de China, en Pekín.
Los hallazgos, sostienen los investigadores, podrían utilizarse para proporcionar un medio simple de examinar a las poblaciones de alto riesgo para detectar a quienes podrían estar en peligro de muerte prematura.
Estudios anteriores estiman que entre 17 y 19 por ciento de los adultos de 40 años o más experimentan algún tipo de disfunción del gusto. En su investigación el equipo analizó datos de salud de 7,340 adultos de 40 años o más, recopilados como parte de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de EUA y el Índice Nacional de Muerte.
Los sujetos, que fueron monitoreados durante un periodo de seis a siete años, incluyeron a 662 individuos que habían reportado alguna forma de pérdida percibida del gusto entre principios, mediados y finales de la edad adulta.
El equipo informó que durante el periodo de estudio se produjeron 1,011 muertes, lo que significa que la tasa de fondo de muertes prematuras fue de alrededor de una de cada siete personas.
¿SENTIDO DEL GUSTO Y MUERTE PREMATURA? FALTAN MÁS ESTUDIOS
Sin embargo, la tasa de muerte prematura pareció ser 47 por ciento más alta entre aquellos que informaron haber experimentado una pérdida del gusto, y aproximadamente uno de cada cinco murió. El mayor riesgo de muerte se mantuvo entre las personas que habían perdido el sentido del gusto, pero conservaban totalmente el del olfato.
El riesgo de mortalidad también parecía cambiar en función del gusto particular que los participantes declararon haber perdido. Por ejemplo, la incapacidad para percibir sabores salados se asoció con un mayor riesgo de muerte prematura en uno y otro sexo.
Sin embargo, una disminución autoinformada en la capacidad para percibir el sabor amargo solo se asoció con un aumento de la mortalidad en las mujeres, mientras que una menor sensación de acidez se correlacionó con un mayor riesgo de muerte prematura sólo en los participantes masculinos.
“Estos hallazgos sugieren que la percepción subjetiva de la pérdida del gusto puede servir como un indicador simple y valioso para la detección de poblaciones de alto riesgo en la práctica clínica y de salud pública”, escribieron los investigadores en su artículo.
Se necesitarán más estudios, señalaron, para determinar qué mecanismos podrían subyacer a la asociación entre la pérdida del gusto y la muerte prematura.
Sin embargo, los hallazgos se basan en estudios previos que han vinculado la disfunción del gusto con diversos problemas de salud, incluidas enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
Es posible que una pérdida de gustos específicos pueda llevar a una mala nutrición inadvertida (por ejemplo, una ingesta excesiva accidental de sal o un consumo excesivo de alimentos azucarados). N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)