Como Directora Senior de Ingeniería y Estrategia de Investigación en IA de Google, Manchón no solo lidera investigaciones de vanguardia, sino que también aboga por un enfoque más humano y ético en el desarrollo tecnológico. “La IA no es solo una cuestión técnica; está profundamente conectada con nuestra capacidad humana de expresar e interpretar”, comenta Pilar al iniciar nuestra conversación desde su casa en California, encapsulando la filosofía que ha guiado su trayectoria profesional.
Desde niña, Manchón se encontró en una encrucijada que consideraba fascinante. “Me atraían dos mundos que, en apariencia, no tenían mucho en común: la ciencia y la tecnología por un lado, y las lenguas y la lingüística por el otro”, recuerda. Esta dualidad fue el catalizador de su enfoque innovador, llevándola a experimentar con ambos campos hasta que encontró en la lingüística computacional la integración perfecta de sus intereses.
“La clave del futuro de la inteligencia artificial radica en la interdisciplinariedad.” – Pilar Manchón
La Universidad de Sevilla se convirtió en el laboratorio donde comenzó a fusionar sus pasiones, desarrollando sistemas de traducción automática mientras cursaba filología inglesa. Gracias a una beca de La Caixa y el British Council pudo realizar una maestría en ciencia cognitiva y lenguaje en la Universidad de Edimburgo, y más adelante obtuvo una beca Fulbright que le permitió formar parte de un programa de investigación postdoctoral en lingüística computacional en la Universidad de Stanford.
“Siempre me he dejado guiar por la curiosidad, por ese impulso de descubrir”, comenta sobre su trayectoria académica que la llevó a recorrer varios países en dos continentes. Para Manchón, el éxito en su campo no proviene de una planificación estricta, sino de un compromiso constante con el aprendizaje y la exploración. “Uno de los aspectos más importantes de un viaje como este es comprender desde el principio que nunca se deja de estudiar”, subraya la doctora en sistemas de diálogo multimodales inteligentes, destacando la importancia de la formación continua en un campo tan dinámico como la inteligencia artificial.
La pasión de Pilar por el lenguaje revela una perspectiva profunda que va mucho más allá de su estructura superficial. “Hay una belleza exterior que se aprecia simplemente disfrutando de las producciones de literatura, las canciones, la forma de comunicarnos y todo lo que se puede hacer con el lenguaje”, reflexiona. “Y luego hay otra belleza interior: cómo se construyen los idiomas, cómo se llega a los pequeños detalles, cómo evolucionan y cómo esto le va dando forma a quiénes somos y cómo pensamos. Todo eso moldea nuestras culturas, nuestra forma de expresarnos y hasta nuestra personalidad”, dice emocionada. “Hay tantos aspectos tan sumamente interesantes que creo que es imposible no enamorarse de este campo.”
Su pasión y su enfoque interdisciplinario encontraron en Google el ecosistema ideal para innovar. Actualmente, su trabajo se enfoca en la inteligencia conversacional, liderando a un equipo de investigadores e ingenieros con dos grandes prioridades: abordar el tema de la factualidad, asegurando que la información comunicada sea veraz, y el alineamiento con los valores humanos, garantizando que los modelos y agentes que desarrollan transmitan información de manera coherente con principios esenciales. “Estamos viviendo momentos fascinantes en el campo de la inteligencia artificial, y Google está en el epicentro de estos avances, desempeñando un papel pionero en investigación, desarrollo y expansión”, comenta orgullosa.
Manchón advierte que los sesgos y los problemas de desinformación son reales y serios, y enfatiza que Google dedica tiempo, esfuerzo y recursos significativos para mitigarlos. “Los sesgos son inevitables porque la inteligencia artificial se alimenta de los datos que generamos los humanos, y los humanos tenemos prejuicios. Por ello, la materia prima ya contiene ese sesgo inicial. El desafío es cómo y en qué dirección eliminarlos, lo cual involucra no solo soluciones técnicas, sino también consideraciones éticas”, afirma. La regulación también se ha convertido en uno de los principales retos para este sector, ya que, aunque es crucial para prevenir distorsiones y proteger la privacidad, algunos la ven como un posible freno a la innovación. Esto ha impulsado a legisladores y gigantes tecnológicos como Google a buscar un delicado equilibrio entre intereses y responsabilidades.
DEMOCRATIZANDO LA IA A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN
Pilar enfatiza la importancia de la educación y la comprensión pública de la IA como herramientas fundamentales para enfrentar estos desafíos. “Más allá de las metodologías para limpiar datos y mitigar sesgos, la clave está en la educación”, sostiene. “Es fundamental que los usuarios comprendan cómo funcionan estas tecnologías, sus limitaciones y lo que pueden hacer bien. En el caso de la desinformación, tener un criterio propio basado en conocimiento es crucial para tomar decisiones informadas y decidir si debemos confiar en la información proporcionada por una inteligencia artificial.”
Según su filosofía, esta responsabilidad no recae únicamente en los usuarios, sino también en los desarrolladores de IA. “Es crucial que proporcionemos herramientas y fomentemos la transparencia para facilitar una mejor comprensión”, insiste. “Como desarrolladores, debemos contribuir haciendo el proceso más claro y accesible, evitando que la IA se perciba como algo demasiado complejo.”
Al mirar hacia el futuro, la investigadora se muestra optimista: “La parte que más me entusiasma del futuro de la inteligencia artificial es su impacto científico y técnico a corto y medio plazo”, declara. Para ella, estamos viviendo un nuevo renacimiento, donde la IA impulsará todos los campos del conocimiento y la ciencia, permitiendo a científicos, investigadores y desarrolladores crear innovaciones inimaginables en sus respectivos contextos. “Para mí es un privilegio ser parte del equipo de Google Research, que no solo se enfoca en nuevos paradigmas y productos, sino que también trabaja por el bien de la humanidad. Las investigaciones que realizamos abordan temas como el cambio climático, la sostenibilidad y la medicina avanzada, y me siento muy satisfecha de contribuir a un equipo que realmente busca crear un mundo mejor.”
“Tener un criterio propio basado en conocimiento es crucial para tomar decisiones informadas y decidir si confiar en la información proporcionada por una inteligencia artificial.” – Pilar Manchón
Sin embargo, estos objetivos deben conllevar un enfoque responsable: “Siempre digo que la clave está en hacerlo bien, con mesura, sin prisa pero sin pausa, y siempre con responsabilidad”, subraya con firmeza.
La trayectoria de Manchón demuestra que un enfoque multidisciplinario ofrece una visión más completa para enfrentar los desafíos del futuro. “Afortunadamente, las cosas han cambiado desde el inicio de mi carrera, cuando campos como las lenguas y la tecnología estaban completamente separados. Ahora se puede ser mucho más flexible, lo cual me alegra profundamente, porque la clave del futuro de la inteligencia artificial radica en la interdisciplinariedad: tener una visión integral de 360 grados que abarque no solo el aspecto técnico, sino también la dimensión más humanista.”
Manchón concluye nuestra conversación con una poderosa reflexión sobre el papel que todos jugamos en el futuro de la IA. “Creo que en la actualidad, todos tenemos voz y voto sobre el rumbo que tomará la tecnología”, afirma. “Para ejercer esta oportunidad de manera efectiva, es esencial estar bien informados. No basta con tener opiniones superficiales basadas en ciencia popular o en medios de comunicación; es necesario educarse a fondo y experimentar con las herramientas disponibles. Animo a todos, sin importar su campo de actividad o nivel educativo, a informarse, leer y experimentar para formar una opinión propia y cultivada sobre el futuro que queremos construir.”
A medida que nos adentramos en esta nueva era de la IA, voces como la de Pilar Manchón serán cruciales para guiarnos hacia un futuro donde la tecnología mejore nuestras vidas sin comprometer nuestra esencia, permitiéndonos ser partícipes activos y conscientes en la construcción de un futuro tecnológico que ya está aquí.