No es casualidad que los juegos de mesa gocen de gran popularidad entre los individuos con autismo. Y, a pesar de ello, apenas empezamos a investigar cómo pueden contribuir a la creación de nuevas iniciativas de bienestar y al desarrollo de actividades de enriquecimiento social dirigidas a personas con rasgos autistas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, los trastornos del espectro autista afectan a casi uno de cada 100 niños en todo el mundo. Consisten en una amplia gama de alteraciones que se caracterizan por cierto grado de dificultad para la comunicación y las interacciones sociales.
Si bien existe el antecedente anecdótico de que los juegos de mesa son pasatiempos populares entre las personas con autismo, una investigación reciente de la Universidad de Plymouth, en el Reino Unido, ha hecho el primer análisis científico de esta asociación, con lo que desenterró las razones para dicho nexo.
“Ya sabíamos que los juegos de mesa son un pasatiempo seguro y valioso para muchos individuos que presentan autismo”, escribió en un comentario la Dra. Gray Atherton, coautora del estudio y profesora de psicología en la Universidad de Plymouth. “No obstante, esta investigación reveló cuál es la causa de que así sea, y la importancia de utilizar estos hallazgos para emprender nuevas investigaciones en el tema”.
Como primera parte de su estudio, el equipo encuestó a 1,600 aficionados a los juegos de mesa en todo el mundo, y halló que alrededor de 7 por ciento de esos individuos tenía un diagnóstico de autismo, respecto de apenas 1 por ciento de la población general. Y más aún: hasta 30 por ciento de los encuestados poseía altos niveles de rasgos autistas.
¿LAS PERSONAS DIAGNOSTICADAS CON AUTISMO CÓMO SE BENEFICIAN DE LOS JUEGOS DE MESA?
A continuación, los investigadores entrevistaron a detalle a 13 respondedores de la encuesta que tenían diagnóstico de autismo, a quienes preguntaron por sus experiencias con los juegos de mesa y cómo sentían que el pasatiempo interactuaba con sus síntomas.
En la siguiente etapa, los investigadores convocaron a 28 personas que presentaban autismo, pero que nunca habían tenido experiencia alguna con el pasatiempo en cuestión. Y después de pasar toda una tarde participando en juegos de mesa, preguntaron al grupo cuál había ido su experiencia.
Por último, los investigadores analizaron los efectos de una intervención de dos años que incluyó sesiones semanales de juegos de mesa con voluntarios adultos y adolescentes diagnosticados con autismo.
En todas las etapas del estudio los participantes manifestaron sentimientos de comunidad e independencia y de haber adquirido destrezas nuevas, así como la sensación de disponer de un método alternativo para forjar relaciones sociales.
“Tomados en conjunto, los hallazgos no nos resultaron sorprendentes. Sin embargo, lo que ciertamente nos sorprendió fue la falta de evidencias para promover el uso de los juegos de mesa como intervención para las personas con autismo”, señaló Atherton. “Luego de escuchar los comentarios de quienes participaron en el estudio nos sentimos muy entusiasmados con la idea de impulsar este pasatiempo en diferentes ámbitos”.
Los autores confían en que sus resultados servirán para desarrollar nuevas intervenciones de bienestar para las personas con autismo, así como para explorar las posibilidades de adaptar los juegos de mesa existentes para volverlos más accesibles y divertidos para la comunidad autista.
Los resultados del estudio se pueden consultar en la revista Journal of Autism and Developmental Disorders, así como en American Journal of Play. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)
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