Un manuscrito antiguo que reúne una colección de textos litúrgicos cristianos escritos en copto, presentada por la casa de subastas Christie’s como “un libro de los más viejos que existen” —con más de 1,800 años de existencia—, fue vendido por 3.06 millones de libras (3.9 millones de dólares) este martes 11 de junio en Londres, anunció la empresa.
La obra está escrita en copto, un idioma antiguo de Egipto, sobre papiro, entre los siglos III y IV. Según los expertos, es “el libro más antiguo de textos litúrgicos cristianos”, destacó Christie’s. Este manuscrito subastado por Christie’s en Londres, bajo el nombre de Códice Crosby-Schøyen, es también el libro más antiguo perteneciente a una colección privada.
De acuerdo con la descripción de la casa de subastas, el material está compuesto por 51 hojas, de las 68 que constituían el libro original. Cada página contiene entre 11 y 18 líneas escritas a dos columnas, por un solo copista.
EL LIBRO ANTIGUO FUE ADQUIRIDO EN 1950
El manuscrito fue descubierto y adquirido a principios de los años 1950 en Egipto por un coleccionista suizo, Martin Bodmer, antes de cambiar de manos varias veces durante las décadas siguientes. Estos escritos constituyen también “uno de los raros ejemplos bien conservados” de la aparición del libro como medio de transmisión de textos, con una técnica que evolucionará hasta la invención de la imprenta en el siglo XV, según la casa de subastas.
De acuerdo con Christie’s un fragmento del libro aún conserva restos de encuadernación hecha con cuero, a su vez, las tres primeras hojas de la obra no tienen escritura alguna, se complementa de 51 hojas, con fragmentos escritos al principio y al final, cada fragmento se conserva entre 35 placas de plexiglás (plástico protector) de archivo de doble cara. Todo el material se encuentra resguardado en dos cajas de madera con cerradura a medida. Con una plataforma giratoria hecha a medida.
El Códice Crosby-Schøyen es parte del hallazgo de los papiros de Bodmer. Debido a que no fue registrado, sus límites precisos y su ubicación han sido objeto de mucho debate, explica la casa de subastas. La secretaria de Bodmer, Odile Bongard, que hizo muchas de las compras en Egipto en su nombre, fue informada por el comerciante Phocion Tano, a través de quien negoció que los manuscritos fueron desenterrados en una cámara subterránea, tal vez una tumba o un almacén, en Mina. N