La ciencia hizo un descubrimiento revolucionario en nuestra comprensión de cómo las células del cáncer evaden nuestro sistema inmunológico. Los hallazgos, publicados en la revista Nature Biomedical Engineering, abren nuevas vías para el desarrollo de fármacos en la investigación del cáncer para potenciar el sistema inmunológico al momento de matar las células cancerosas.
Las células del cáncer interactúan con nuestro sistema inmunológico de tres diferentes formas: pueden esconderse, defenderse o construir una barrera física. Es esta tercera táctica la que ocupa la investigación del equipo de la Universidad de Texas Southwestern, Estados Unidos.
Desde hace mucho tiempo se ha establecido que el pH de los tumores es ligeramente más ácido que el del tejido corporal sano. Esto se debe en gran medida a su producción de ácido láctico, un subproducto de desecho del metabolismo de las células. Sin embargo, esta acidez no es uniforme en todas las células cancerosas.
En su último estudio, Jinming Gao y sus colegas de UT Southwestern utilizaron sondas a nanoescala para medir cómo varía el pH entre las células tumorales. Descubrieron que las células eran significativamente más ácidas en un lado que en el otro. En otras palabras, la acidez estaba polarizada en las células.
¿DISEÑAR MEDICAMENTOS PARA QUE EL SISTEMA INMUNOLÓGICO ATAQUE AL CÁNCER?
Cuando se realizaron pruebas similares en tejidos tumorales completos, el equipo descubrió que las células cancerosas bombeaban el ácido lejos de las células cancerosas vecinas y hacia el entorno circundante, creando una pared de mayor acidez alrededor del borde del tumor.
Al estudiar muestras de tejido tumoral humano, el equipo descubrió que esta pared de mayor acidez estaba más o menos desprovista de las células T asesinas de las que depende nuestro cuerpo para combatir infecciones y otros tipos de células dañinas. En otras palabras, el cáncer pudo crear una pared ácida para protegerse del sistema inmunológico.
“Este estudio reveló una acidez extracelular polarizada no reconocida previamente que prevalece alrededor de las células cancerosas”, dijo Gao en un comunicado.
Estos resultados tienen implicaciones para el desarrollo de fármacos contra el cáncer. Para empezar, comprender la acidez del entorno que rodea a las células cancerosas podría ayudar en el desarrollo de tratamientos específicos contra el cáncer que puedan dirigirse al sitio de un tumor para depositar sus ingredientes activos. En este caso, el aumento de acidez se puede utilizar como una señal para garantizar que el fármaco se administre solo en el sitio del tumor.
A medida que comprendamos más sobre este proceso, también podremos diseñar medicamentos para evitar que las células del cáncer produzcan paredes ácidas, haciéndolas así más vulnerables a los ataques de defensa del sistema inmunológico. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)