En la era moderna, cuando la economía global evoluciona a un ritmo acelerado, la importancia de incentivar una educación financiera desde edades tempranas está cobrando mayor relevancia. Por ello, la habilidad de comprender, administrar y tomar decisiones de consumo informado es esencial para enfrentar los desafíos actuales.
En este contexto, ¿la educación financiera en México se debería posicionar como el motor para alcanzar objetivos económicos tanto en el mediano como en el largo plazo? Desde una óptica personal, sí, y más aún cuando se ha demostrado que, durante la pandemia, solo aquellos que estaban más preparados financieramente tuvieron la oportunidad de enfrentar estas dificultades y pasaron de un entorno volátil, incierto, cambiante y ambiguo (VUCA); a lo quebradizo, ansioso, no lineal e incomprensible (BANI).
Tomando en cuenta lo anterior, dotar a las infancias de habilidades como adaptación, autonomía y actitud positiva hacia el dinero forjará las bases para su prosperidad en un mundo económico dinámico y cambiante y en donde la adaptabilidad ante la incertidumbre, el manejo del fracaso, el fomento del ahorro y la previsión juegan un rol fundamental en las finanzas personales.
Bajo este escenario, en Latinoamérica ya existe una referencia tangible de la implementación de materias escolares relacionadas con la educación financiera. Un ejemplo de ello es Argentina, donde en la actualidad ya se contempla en la currícula escolar que los alumnos que cursan los últimos años de secundaria reciban hasta 30 horas de formación sobre este tema, con lo que se les prepara para un mañana más sólido.
¿PARA QUÉ SIRVE LA EDUCACIÓN FINANCIERA?
En el caso de México, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros y la Asociación Mexicana de Afores, 50 por ciento de los profesionistas mexicanos manifestó que nunca se les enseñó a administrar los recursos y que les hubiera gustado adquirir este conocimiento desde niños.
Por lo anterior cabe inferir que la pronta enseñanza sobre el valor del dinero va más allá de solo sumas y restas, pues se trata de:
1. Inculcar principios fundamentales como el ahorro.
2. La inversión y la toma de decisiones responsables ante situaciones complicadas.
3. Preparar a los más pequeños para panoramas financieros de manera preventiva.
4. Tener adaptabilidad a los entornos cambiantes y dinámicos.
5. Preparar su futuro bajo un enfoque económico que permita mayor estabilidad.
En conclusión, la enseñanza del valor del dinero desde edades tempranas permitirá proporcionar herramientas para enfrentar el futuro con mayor resiliencia económica. Invertir en el conocimiento formará una sociedad consciente y preparada para el futuro cambiante. N
—∞—
Pilar Torres Ospina es directora de Comunicación Institucional y Asuntos Públicos de Scotiabank México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.