Dice el refrán español: “el hambre y la suerte esquiva, son las fuentes de la inventiva” y, efectivamente, ante las mayores adversidades, algunos seres humanos emprenden -de maneras poco convencionales- esquemas de cómo reinventarse. Muestra de ello, son las hermanas clarisas de Santa María de Jesús, en Sevilla, quienes decidieron incursionar en el negocio del hospedaje a través de Airbnb. Para dichas monjas, la repostería -un giro tradicional- no es suficiente para hacer frente a los gastos inherentes a su convento del siglo XVI. Por ello, tomaron la decisión de emprender, con cuatro apartamentos remodelados de su claustro, una opción ideal para el alojamiento de turistas en una de las ciudades más visitadas de Europa.
Pero las hermanas de dicha Congregación no son las únicas, en 2021 se dio a conocer como reos de un Centro de Reinserción Social (CERESO) decidieron abrir una cuenta de OnlyFans para obtener ingresos y poder sufragar los gastos dentro de su centro de reclusión. Según expertos, las personas privadas de su libertad pagan entre tres mil y seis mil pesos para tener acceso al agua potable, baños y protección. ¿La necesidad los orilló a reinventarse?
Sin duda, el ciberespacio ha permitido una mayor inclusión de grupos económicos menos favorecidos a mercados que, comúnmente, no los consideraban. La estancia en el convento de las hermanas clarisas en Sevilla oscila entre 90 y 180 euros. Un perfil de OnlyFans como el de los reos establece una suscripción de 61 dólares. ¿Podemos juzgarlos o inclusive, sancionarlos?
Empresas de todo tipo y tamaño decidieron crear o, en su caso, impulsar canales de ventas electrónicas para subsanar las pérdidas ante las restricciones de apertura de establecimientos durante la contingencia por Covid-19. Por ejemplo, 2 de cada 10 marcas experimentaron crecimientos mayores al 300% en su comercio digital.
Las llamadas “nenis” o micro-emprendedoras se han convertido en una fuerza laboral importante en nuestro país. Ante pérdidas de empleo significativas entre los años 2020 y 2022, las Nuevas Emprendedoras de Negocios por Internet (nenis, por sus siglas) llegan a tener un impacto favorable en más de 13 millones de hogares. Con su trabajo, llegan a generan ingresos promedio entre los 3 mil y 11 mil pesos mensuales. Es así como, productos y servicios ofertados en grupos de WhatsApp, Facebook o a través de videos de TikTok ahora son parte medular de una nueva economía informal. ¿Debemos inhibir una nueva forma de inclusión de las mujeres al mercado laboral?
El comercio social (social commerce) llegó para quedarse. Las ventas a través de redes sociales, compras en directo y las reseñas en perfiles digitales, son las nuevas experiencias buscadas por los consumidores. El mundo digital está permitiendo un nuevo impulso en las relaciones comerciales con características muy particulares: las ventas a públicos objetivo ahora son muy específicas frente a los anuncios masivos que veíamos el siglo pasado.
Asimismo, ahora se le otorga una mayor visibilidad a proveedores, marcas y servicios locales y/o pequeños negocios y no necesariamente, a grandes empresas trasnacionales. Las compras son actualmente inmediatas debido a que los procesos de adquisición son más sencillos. Y, por último, no podemos dejar de mencionar, que el uso de redes sociales genera mayores niveles de confianza y cercanía entre vendedores y compradores al contar con un canal directo de comunicación.
Bill Gates ha señalado que “las oportunidades grandes nacen de haber sabido aprovechar las pequeñas” y el ciberespacio se ha encargado de ofrecer un abanico de posibilidades para todo aquel que las desee aprovechar. Según datos recientes, 7 de cada 10 consumidores mexicanos están abiertos a comprar en redes sociales y 1 de cada 5, señalan a las plataformas como el medio idóneo para adquirir productos. Con un mercado así, ¿podemos dar marcha atrás?
Como vemos, el ciberespacio no es sólo un medio de comunicación o un simple espacio de entretenimiento sino un verdadero metaespacio que nos permite conocer, expresarnos, informarnos, divertirnos, estudiar e indudablemente, comerciar de una manera accesible, dinámica y creativa.
* Laura Coronado Contreras. Investigadora del IMEESDN. Académica de la Universidad Anáhuac México y la Escuela Libre de Derecho. Autora de Familias Enredadas: Cultura Digital para papás, novatos y todos los que quieran aprender del sano uso de las redes sociales (Penguin). N