Los microbios que habitan en el intestino son críticos para la salud humana, y comprender los factores que fomentan el crecimiento de especies bacterianas beneficiosas, conocidas como bacterias “buenas”, en el intestino puede permitir intervenciones médicas positivas para la salud humana en general, indica un nuevo estudio realizado por investigadores de la universidad de Yale en Estados Unidos.
Específicamente, el equipo de Yale descubrió que una de las especies beneficiosas más abundantes que se encuentran en el intestino humano mostró un aumento en el potencial de colonización al experimentar la limitación de carbono, un hallazgo que podría producir nuevas intervenciones clínicas para apoyar un intestino sano.
EL CARBONO, UN FACTOR IMPORTANTE PARA LAS BACTERIAS BENEFICIOSAS
Bacteroides thetaiotaomicron y otras bacterias que residen en el intestino de los mamíferos tienen acceso a los nutrientes ingeridos por el animal huésped. Sin embargo, también hay largos periodos en los que el organismo huésped no come. La privación de nutrientes, incluido el carbono, provoca la producción de factores de colonización en bacterias intestinales beneficiosas, según los investigadores.
“Una de las cosas que surgieron es que cuando un organismo está muerto de hambre de carbono, esa es la señal que ayuda a producir propiedades que son buenas para sobrevivir en el intestino”, dijo Aimilia Krypotou, becaria postdoctoral en el laboratorio de Groisman y autora principal del estudio.
NUEVAS TERAPIAS PROBIÓTICAS
Una confluencia de observaciones de la investigación anterior del laboratorio condujo al avance. La primera fue cuando los expertos se dieron cuenta de que el tamaño del factor de transcripción del microbio intestinal era mucho mayor que el de otras proteínas homólogas bien estudiadas de otras especies bacterianas. Luego, el equipo descubrió que las bacterias no podían sobrevivir en el intestino de un ratón sin la región adicional ausente de proteínas homólogas.
Krypotou luego planteó la hipótesis de que la región adicional podría conferir una nueva propiedad biofísica al factor de transcripción requerido para que las bacterias sobrevivan en el intestino, y realizó con éxito una serie de experimentos para probar la hipótesis.
Los hallazgos podrían ayudar a estimular el desarrollo de nuevas terapias probióticas para la salud intestinal, dijo Krypotou. “La mayoría de los estudios solo se analizan en la abundancia de bacterias”, dijo. “Si no entendemos lo que está sucediendo a nivel molecular, no sabemos si ayudaría”. N