Un hombre cuya identidad ha sido reservada es objeto de un estudio científico debido a su rara condición: es alérgico a su propio semen y a sus orgasmos. El joven, de 27 años, ha sufrido de esta condición durante los últimos diez años y dice que evita las relaciones sexuales para no experimentar síntomas parecidos a los de la gripe que lo aquejan después del sexo.
Según el estudio, publicado en la revista Urology Case Reports, este hombre no es el único que padece esta rara pero tratable condición, conocida como “síndrome de enfermedad postorgásmica”.
“El síndrome de enfermedad postorgásmica (POIS, por sus siglas en inglés) se reconoce cada vez más como una causa debilitante de disfunción sexual en los hombres”, escribieron los autores del artículo. “A menudo se diagnostica erróneamente debido a que los proveedores de salud no están familiarizados con él, lo que lleva a numerosas pruebas y tratamientos potencialmente innecesarios”.
De acuerdo con el artículo, parece que los hombres que experimentan POIS son alérgicos a su propio semen. “La etiología exacta del POIS no está clara”, dijo la revista científica.
REACCIONES ALÉRGICAS AL SEMEN
“Actualmente, la teoría mejor aceptada es que los síntomas son el resultado de reacciones alérgicas de tipo I y tipo IV al semen autólogo [su propio semen]. Esta teoría está respaldada tanto por las manifestaciones clínicas del POIS como por el hecho de que el 88 por ciento de los hombres bajo sospecha de tener POIS obtuvo pruebas de punción cutánea positivas para semen autólogo diluido”.
El síndrome de enfermedad postorgásmica solo se conoce en el campo de la investigación médica desde hace 20 años aproximadamente, con menos de 60 casos informados. Los síntomas semejantes a los de la gripe incluyen fatiga o cansancio extremo, debilidad muscular, fiebre, irritabilidad, dificultar para recordar, problemas para concentrarse, nariz constipada, e irritación en los ojos. Estos comienzan inmediatamente después de la eyaculación y pueden durar por hasta siete días, según se lee en el artículo de investigación.
“De hecho, tuvimos un paciente al que no se le dio dicho diagnóstico y después de la eyaculación tenía temblores corporales y entraba en un estado de trance. Visitó nuestro laboratorio varias veces y con cada muestra producida tuvo que permanecer durante aproximadamente diez minutos hasta que su cuerpo volviera a un estado más natural/normal”, dice a Newsweek Christopher de Jonge, director del Programa de Andrología del Centro Médico de la Universidad de Minnesota.
RELACIONES SEXUALES O MASTURBACIÓN
El paciente de 27 años involucrado en este estudio reciente, descrito en el artículo de la Facultad de Medicina William Beaumont de la Universidad de Oakland, experimentó tos, secreción nasal, estornudos y una erupción similar a una urticaria en los antebrazos después al orgasmo, el cual no fue diferente en los casos de relaciones sexuales o de masturbación.
Un examen encontró que el paciente tenía fiebre del heno, así como alergia a los melones, pero reportó un análisis de semen normal y niveles de testosterona estándar.
Los científicos le recetaron 180 mg de fexofenadina —un antihistamínico que a menudo se vende bajo la marca Allegra— diariamente, lo que, según informó, condujo a una disminución del 90 por ciento de sus síntomas. Con ello ha podido volver a tener una vida sexual normal.
Según el artículo, debido a la rareza de la condición, no se conoce una terapia única más efectiva, de tal modo que diferentes estudios están intentando tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), benzodiazepinas e inmunoterapia.
“Muchos proveedores de salud no lo saben, y mucho menos el público”, dijo a MailOnline Andrew Shanholtzer, estudiante de medicina en la Facultad de Medicina William Beaumont de la Universidad de Oakland y coautor del artículo. “Es muy probable que esté subdiagnosticado, que haya mucha gente allá afuera que lo sufre”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).