“Yo estoy en mi burbuja. Escucho lo que me gusta y hago música inspirado en lo que me gusta. No me interesa lo que está de moda o en el número uno”, sentencia el músico regiomontano Chetes.
Luis Gerardo Garza Cisneros, más conocido como Chetes, conversa con Newsweek en Español y, además de compartir sus gustos musicales y detalles de su próxima gira, también revela la lista de incisos que le dejó la pandemia.
El cantante y compositor reflexiona sobre la música en tendencia y comenta que, a lo largo de la historia, siempre hay un tipo de música que domina el momento. “En los setenta era la música disco y muchos la cuestionaban. En protesta llegó el punk, también conocimos el hiphop. El pop tuvo auge en los noventa.
“Siempre hay algo que está dominando, no obstante, el rock permanece. En mi caso nunca he compuesto algo para estar ‘a la moda’. Tal vez mi música no es lo más popular del momento, pero hago lo que me gusta. Mis gustos ya son muy marcados por lo que crecí escuchando, y eso es el rock clásico. Considero que hay géneros musicales para todos y para cada momento”.
A Chetes le apasiona tocar el piano, pero aún más la guitarra. Le gusta el rock melódico que va desde los Beatles a los Beach Boys. Sus inspiraciones musicales se encuentran en la época de los años 1960 y 1970.
CHETES Y EL ROCK CLÁSICO
“Me gusta la música que está producida de forma más natural. La melódica es la que más me importa. Sin duda, mis gustos están basados en el rock clásico, por ello el tipo de música que hago es muy similar a eso”.
Chetes nació el 19 de septiembre de 1979 en Monterrey, Nuevo León. Comenzó su carrera como cantante, guitarrista y compositor en la banda de rock Zurdok, con la cual grabó tres álbumes.
En 2005, EMI Capitol México le ofreció un contrato discográfico como solista, y en 2006 lanzó su álbum debut, Blanco fácil. Actualmente el rockero cuenta con 25 años de carrera musical.
“La pandemia no hizo que me detuviera. No he parado de hacer música. Lancé sencillos durante el encierro por el virus, hice una canción de Navidad, estuve produciendo para otros artistas.
“Además, hice el scort para una película que se llama El comediante, que se puede ver en Netflix. Esa lista de canciones —que son más de 20— las subí a mis plataformas. Aproveché el momento para hacer más música. Esto fue realmente lo que me dejó la pandemia, así como la idea de valorar lo que tenemos y seguir adelante. Seguir luchando por lo que a uno le apasiona”, comenta Chetes.
Pese a la pandemia, el proceso creativo de Chetes no cambió. Se dedicó a componer en solitario en su estudio o en su casa. Sin embargo, lamenta haber perdido las experiencias que se adquieren en viajes y con la convivencia con otras personas.
LO QUE LA PANDEMIA NOS DEJÓ
“No se alteró mi proceso creativo. No obstante, como a todos les pasó, hubo presión económica. Lo bueno es que pude conectar un poco más con la música del pasado y continuar con mis ganas de crear música”.
Tras una larga pausa, Chetes volverá a la Ciudad de México, el próximo 3 de septiembre, en un concierto en el Auditorio BB, donde buscará complacer a todos sus seguidores. Por ello tocará las canciones que ha compuesto como solista, pero también recordará las que pertenecen a la época de Zurdok, la banda de la que formó parte hasta 2002.
El regresar a la capital es uno de los momentos más importantes para Chetes, ya que ahí inicia una serie de presentaciones por el país. A su vez, comenta, hay propuestas para hacer conciertos fuera del país.
“Esto me da mucho entusiasmo porque podré volver a cantar en vivo y estar en contacto directo con los fans. Este show está preparado con mucho amor, y mientras esto sucede sigo haciendo música, produciendo nuevas rolas para un posible álbum. Esta es la forma en la cual yo me mantengo vivo”, comenta el cantante.
A punto de iniciar su nueva gira, Chetes comenta que los ensayos son imprescindibles antes de los conciertos. Así como la planeación de cada espectáculo para que, al subir al escenario, él al igual que el público, lo disfrute.
NO PONERSE TENSO
Aunque se sigue poniendo nervioso antes de subir al escenario, una vez instalado comienza el momento de rendirse a la adrenalina y emoción de la cual lo contagia el público.
“Cada concierto que haces es una ganancia. Siempre hay que disfrutar el momento y no ponerse tenso porque es un trabajo que para mí es realmente un lujo tenerlo. Además, después de tanto tiempo puedo seguir tocando y tengo un público cautivo que me apoya. Por ello, aprovecho ese momento tan mágico que es estar con la gente y que ellos canten junto a ti”.
A la hora de componer, para el cantante es importante seguir su intuición. “El rock y la música en general no están precisamente hechos con el cerebro, sino con los sentimientos. Las ideas más inocentes y las cosas más puras son las que en realidad funcionan”.
La música emocionante, agrega, tiene que venir del alma y de los sentimientos. Por lo que trata de volver siempre a los momentos de inocencia que tuvo cuando comenzaba su carrera musical y buscar la emoción en lo que hace. “En mi caso, la música me encontró a mí y yo me envolví en todo este mundo”.
El músico está listo para dar uno de sus mejores espectáculos el próximo 3 de septiembre en el Auditorio BB. Los boletos para el concierto se pueden adquirir en la taquilla del inmueble y a través de Ticket Master. N