Secuestros, reclutamientos, violaciones, matrimonios forzados, asesinatos: el Consejo de Seguridad analizó este martes el informe de la ONU sobre los daños a la niñez en conflictos armados como los de Colombia, Yemen, Afganistán, Irak, Siria, Sudán del Sur y Malí.
El documento confirma 23,982 violaciones graves de los derechos de la niñez en 2021 en conflictos en 21 países y la cuenca del lago Chad en África. Sin embargo, la denominada “Lista de la vergüenza” la encabezan Afganistán, República Democrática de Congo, Israel y los territorios palestinos, Somalia, Siria y Yemen.
A su vez, el texto informa que 1,600 de estos niños fueron víctimas dos o más veces, lo que ilustra las frecuentes interrelaciones.
“Para ponerlo en perspectiva, esto representa un promedio de 65 violaciones graves cometidas contra la niñez todos los días de cada semana de cada mes del año”.
Además, 8,000 niños murieron o fueron mutilados por restos explosivos de guerra, artefactos explosivos improvisados y minas terrestres.
“El reclutamiento y la utilización de la niñez para, en y por las partes en los conflictos armados, con más de 6,300 niños verificados reclutados y utilizados, fue la segunda violación más frecuente. Esta es seguida de la denegación del acceso humanitario a los niños, con más de 3,900 incidentes”.
MÁS AFECTACIONES A LA NIÑEZ
El año pasado, las niñas experimentaron un aumento constante de las violaciones, especialmente los asesinatos y mutilaciones, la violencia sexual y el secuestro.
“En 2021, uno de cada tres niños víctimas era una niña, cuando apenas un año antes, las proporciones eran de uno a cuatro”, dijo Virginia Gamba, representante Especial en funciones del Secretario General sobre la Violencia contra los Niños.
Agregó que las niñas también representan el 98 por ciento de todas las sobrevivientes de violación y otras formas de violencia sexual.
Mientras tanto, 2.864 niños fueron detenidos o privados de libertad, “doblemente castigados” por conflictos de los que “eran y no son responsables”, enfatizó.
Gamba dijo que era vital que las operaciones de las Naciones Unidas tuvieran un mandato, personal y financiación adecuados. Ello para continuar llevando a cabo la supervisión, la presentación de informes, la colaboración con las partes. Así como la realización de intervenciones que salvan vidas, como garantizar la liberación de la niñez de los conflictos.
“Sin la defensa de la protección de la infancia y el trabajo realizado sobre el terreno y por mi oficina, la situación seguramente sería peor”, dijo. N