CERRAR las sesiones de WhatsApp en la computadora, utilizar mecanismos de verificación en dos pasos (también conocido como doble factor de autenticación), deshabilitar las opciones de localización y bloquear el dispositivo con una clave son las recomendaciones básicas de seguridad digital que se deben observar con el teléfono celular para evitar que la cuenta de WhatsApp sea secuestrada.
Miguel Ángel Mendoza, investigador de seguridad para ESET en Latinoamérica, explica que, como cualquier otro software, la aplicación de celular WhatsApp puede tener vulnerabilidades. Sin embargo, se trata de fallos que pueden corregirse.
“Son aplicaciones seguras que podemos utilizar, pero tampoco podemos descartar que puedan fallar. De hecho, esto es común en todo el software. Lo importante es que estas fallas se puedan identificar a tiempo y se puedan corregir para evitar que los atacantes se aprovechen. Queda a criterio de cada usuario qué aplicación utiliza, dependiendo de qué tanta privacidad se quiera tener”, comenta el experto.
ESET es una compañía especializada en la detección proactiva de amenazas en el software. Como expertos en seguridad advierten que no se puede garantizar que una aplicación sea completamente segura.
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En el caso de WhatsApp, se trata de un sistema que ofrece cifrado “extremo-extremo”. Esto significa que los mensajes viajan cifrados y no podrán ser interpretados por aquel que no sea el destinatario final. Sin embargo, si se deja el celular desatendido o dejamos habilitada la lectura de mensajes SMS aún con la pantalla bloqueada, dejamos una ventana de vulnerabilidad abierta a que alguien pueda leer un código privado que se reciba en el dispositivo por esa vía.
La regla de oro para los 2,000 millones de usuarios de WhatsApp es no perder de vista el teléfono celular y configurar las opciones de privacidad y seguridad que ofrece el mismo dispositivo. También habilitar en cada aplicación los candados que permitan que nuestra información esté protegida.
Además, es importante entender cómo funcionan algunas campañas maliciosas como ocurre con el phishing, una estafa digital que busca obtener datos privados de los usuarios, especialmente para acceder a sus cuentas o datos bancarios.
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Al tener claridad sobre estas prácticas se evitará revelar datos personales cuando un número desconocido contacta a los usuarios vía WhatsApp o incluso cuando uno de los contactos comparte una liga sospechosa. Hay que romper la cadena de distribución, dejar de compartirlo y alertar al remitente que podría estar distribuyendo malware o códigos que pueden dañar el sistema de los dispositivos.
Respecto a los cuestionamientos de los usuarios sobre el uso de sus datos personales con fines comerciales, Mendoza explica que WhatsApp no hace un envío arbitrario de datos. Lo que ocurre es que comparte información con Facebook, pues ambas plataformas forman parte de la misma firma. Eso ofrece beneficios a los usuarios comerciales de esas redes sociales para llegar a un mayor número de consumidores.
“Necesitamos usuarios cada vez más conscientes de esos peligros. Usuarios más responsables y que utilicen la tecnología de manera segura para poder disfrutar de la misma”, confirma el especialista en seguridad digital. N