
La transformación digital en América Latina atraviesa un punto de inflexión. Mientras el crecimiento económico regional proyectado para 2025 apenas alcanzará el 2.1%, la tecnología se consolida como la palanca más poderosa para impulsar productividad, inclusión financiera y competitividad global.
En este escenario, la trayectoria de Gonzalo Manuel Araujo Cabarcas, CEO de SLM, ofrece una visión privilegiada sobre cómo enfrentar los riesgos y aprovechar las oportunidades que definirán el futuro digital hacia 2030.
Uno de los retos más urgentes que destaca Araújo es la ciberseguridad. El costo promedio de una brecha de datos se acerca ya a los 3.9 millones de dólares, y tan solo en México se contabilizaron 31 mil millones de intentos de ciberataque durante 2024.
Frente a este panorama, el directivo sostiene que sin ciberseguridad no hay transformación digital sostenible, y que las organizaciones deben priorizar la adopción de marcos internacionales como ISO 27001, invertir en auditoría constante y desarrollar capacidades de análisis forense para mantener la continuidad de sus operaciones.
Esta convicción no es solo teórica. SLM, con más de 25 años en el mercado, más de 13 mil clientes en América Latina y Europa y reconocida con el premio a la solución de mayor innovación tecnológica de Colombia, ha cimentado su liderazgo construyendo soluciones que van desde core bancarios hasta sistemas IoT para ciudades inteligentes, todos bajo una arquitectura blindada de seguridad.
Pero la conversación no se limita a los riesgos. La gran oportunidad de la región, según Araújo, está en la tokenización de activos y en el despliegue de blockchain a gran escala.
El mercado global de tokenización pasará de 2.08 billones de dólares en 2025 a más de 13.55 billones en 2030; esto significa que pequeños agricultores, startups y ciudadanos comunes podrán participar en proyectos que históricamente les resultaban inaccesibles, democratizando el acceso al capital.
En paralelo, se espera que el mercado regional de blockchain crezca más de 88 % anual para alcanzar los 71 mil millones de dólares en 2030, con aplicaciones en cadenas de suministro, trazabilidad de alimentos, identidad digital y servicios financieros. Para Araújo, la tokenización será uno de los pilares de la próxima década y marcará la diferencia entre economías que avanzan hacia la inclusión y aquellas que se rezagan.
En materia de inteligencia artificial, mientras gran parte del mundo permanece en la etapa de discurso, SLM ha desarrollado su propia plataforma llamada ALIEE. Esta Inteligencia Artificial (IA) fue diseñada para implementarse en procesos críticos de empresas y gobiernos, y ya se aplica en sectores que requieren continuidad operativa permanente. Araujo insiste en que la IA no debe ser vista como un lujo o con temor, sino como una herramienta accesible y capaz de generar impacto económico inmediato.
Estudios recientes señalan que la adopción masiva de la inteligencia artificial podría añadir 0.5 billones de dólares al PIB regional hacia 2030, y SLM se encuentra en una posición privilegiada para liderar esa adopción gracias a su experiencia en consultoría, banca, fintech, medios de pago y ciberseguridad.
El impacto de SLM en la innovación tecnológica trasciende el desarrollo de soluciones. Con presencia directa en Colombia, Venezuela, México, Estados Unidos y España, y con infraestructura propia en data centers de Equinix, la compañía opera como un hub de innovación que cada semana recibe a emprendedores con proyectos que buscan respaldo tecnológico, capital y guía estratégica.
Esta dinámica ha convertido a la empresa no solo en un referente tecnológico regional, sino también en una incubadora de proyectos que fortalecen el ecosistema digital. Además de proveer operaciones non-stop para sectores críticos, la compañía impulsa arquitecturas resilientes y consultoría estratégica para gobiernos, bancos y grandes instituciones.
Mirando al 2030, Araújo visualiza un continente digitalmente integrado, con gobiernos, bancos y empresas adoptando arquitecturas seguras, activos tokenizados y una inteligencia artificial aplicada a problemas cotidianos como transporte urbano, salud pública e inclusión financiera.
Su visión es que el futuro no pertenecerá únicamente a quien tenga la tecnología más avanzada, sino a quien logre aplicarla de manera eficiente, escalable y con impacto social. De allí que SLM insista en que la tecnología no debe quedarse en los laboratorios, sino transformarse en soluciones tangibles para la vida diaria y la economía real.
América Latina tiene la oportunidad de dejar de ser consumidora pasiva de tecnología y convertirse en protagonista de la economía digital global. La clave estará en blindar la confianza digital, aprovechar la tokenización y aplicar la inteligencia artificial de manera estratégica.
Bajo el liderazgo de Gonzalo Araújo, SLM se consolida como uno de los catalizadores de esa transformación y como un ejemplo de cómo la visión empresarial puede alinear innovación, seguridad y desarrollo económico para cambiar el rumbo de toda una región.