EL CONSEJO de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó este martes una resolución en la que condenó la represión en Nicaragua y exigió al gobierno de Daniel Ortega a que restablezca los espacios cívicos y asegure elecciones libres en noviembre próximo.
El documento fue presentado por iniciativa de ocho países americanos y aprobado por 20 votos a favor, 18 abstenciones y ocho votos en contra, entre estos de Bolivia, Cuba, Venezuela, Rusia y China.
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El texto señala que el organismo observa “con grave preocupación la falta de avances del gobierno de Nicaragua en la implementación de reformas electorales e institucionales destinadas a garantizar elecciones transparentes” el 7 de noviembre.
Colombia pidió al gobierno nicaragüense que “coopere con las organizaciones internacionales y regionales de derechos humanos y acepte sin dilaciones la asistencia humanitaria”.
Por su parte, la delegación austríaca, en nombre de los países de la Unión Europea, que mostraron su apoyo a la resolución, denunció “la continuidad de los actos de intimidación, acoso, detenciones y vigilancia arbitrarias a opositores políticos, periodistas y sociedad civil en Nicaragua”.
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El texto denuncia una situación que se ha agravado con recientes reformas del código penal de Nicaragua y otras instancias legales.
Existe una “grave preocupación por las continuas noticias de violaciones de derechos humanos, abusos e impunidad desde abril de 2018, con persistente prohibición de manifestaciones públicas, uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía para reprimir las protestas, y actos de violencia de grupos armados”, señala el documento.
El organismo pide por medio de la resolución al Gobierno nicaragüense “abandonar inmediatamente las detenciones arbitrarias, las amenazas y otras formas de intimidación como método para reprimir la crítica”, también exige “liberar a todos aquellos arrestados ilegal o arbitrariamente”.
La participación de Nicaragua estuvo a cargo del asesor presidencial, Paul Oquist, que ya fue sancionado por Estados Unidos derivado de la actual crisis política, quien dijo que la propuesta del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas está “politizada y basada en grandes mentiras que reflejan las posiciones de golpistas”. N