EL DAÑO pulmonar que le provocó la infección por COVID-19 al texano Thomas Steele provocó que fuera sometido a un doble trasplante de pulmón.
Thomas MacGillivray, cirujano especialista en trasplantes en el Hospital Houston Methodist y quien comandó este primer logro, explicó que realizar este doble trasplante de pulmón implicó varios desafíos, como estar 100 por cientos seguros de que el paciente ya era negativo al virus y recetar todos los medicamentos necesarios para evitar un rechazo de los pulmones trasplantados.
“Steele es nuestro primer caso de un trasplante doble de pulmón hasta ahora. Ya tenemos otro paciente en el hospital que necesita también trasplante por las secuelas que dejó el COVID-19″, dijo el especialista.
“A pesar del gran número de contagios y muertes por este nuevo coronavirus, aún tenemos un grupo muy pequeño de pacientes que creemos que serían apropiados para un trasplante debido a que desarrollaron una lesión pulmonar significativa y que han superado la infección, por lo que ahora están libres del virus, pero su función pulmonar no es la suficiente para sobrevivir,” añadió.
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El experto en trasplantes agregó que, para ser candidato a un trasplante de pulmón, ya sea único o doble, deben estar libre de cualquier infección y “todos los demás órganos deben funcionar bien, además de contar con una estructura de apoyo fuerte tanto familiar, emocional y económica para proporcionar todos los medicamentos y las terapias necesarias para que el trasplante sea exitoso”.
MacGillivray explicó que, actualmente, la esperanza de vida media de un paciente que recibe un trasplante de doble pulmón es de 7.3 años. El paciente debe tomar suficientes medicamentos inmunosupresores para prevenir el rechazo del nuevo órgano, mientras trata de evitar infecciones potencialmente mortales, lo cual puede ser un equilibrio difícil de lograr.
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De acuerdo con los especialistas del Hospital Houston Methodist, una de las funciones más afectadas después de una recuperación de COVID-19 es la pulmonar. El tejido se daña y se producen cicatrices, haciendo que se vuelva grueso y duro. Se dificulta la llegada del oxígeno a los vasos sanguíneos y se afecta la respiración.
De hecho, el daño causado por la fibrosis pulmonar es evolutivo y no puede revertirse. Si se detecta a tiempo puede retrasarse y, a veces, incluso detenerse, pero esto no funciona igual para todos los pacientes.
Por ello, el llamado del hospital ha sido reiterado para mantenerse en casa, usar el cubrebocas y lavar las manos de manera frecuente para evitar contagios y mantener la salud respiratoria. N