A más de cinco años del inicio de la pandemia de COVID-19, el infectólogo Alejandro Macías Hernández sostiene que la causa del brote no fue una creación humana, sino un fenómeno natural.
Según el especialista, los temores sobre conspiraciones o bioterrorismo carecen de respaldo científico.
“La principal bioterrorista es la naturaleza…Este coronavirus se parece mucho a los coronavirus de los murciélagos, particularmente de un tipo específico de los que están en China, por ejemplo, y que al parecerse mucho a ellos también tienen características que les hacen capaces de unirse a los receptores celulares que existen en los humanos”, dijo.
El especialista explicó que los estudios epidemiológicos y genéticos muestran que la transmisión ocurrió desde animales hacia humanos, en lo que se conoce como zoonosis.
“La epidemiología también señala que esto es una zoonosis, o sea que vino de los animales, de alguna manera escapó hacia un huésped intermedio, probablemente los pangolines o los perros mapaches”.
Macías Hernández descartó que el virus haya sido manipulado en laboratorios, citando evidencia molecular.
“Si hay una manipulación de laboratorio, la bioinformática muestra de repente un gran brinco evolutivo que muestra precisamente la manipulación. Eso no existe en ninguno de los virus actuales ni en una de las variantes o subvariantes que se desarrollaron después”.
Por último, advirtió sobre la inevitabilidad de futuras pandemias y la importancia de la preparación.
“Cosas como estas perfectamente pueden volver a ocurrir y, de hecho, es seguro que van a volver a ocurrir. La lección es que lo mejor es estar preparados, tener mejores sistemas de salud, mejores capacidades de atención primaria y de producción de vacunas”, finalizó.
