AQUEL JUEVES 7 de septiembre de 2017 la tierra se sacudió. El movimiento tuvo un registro de 8.2 grados en la escala de Richter. Entre los municipios más afectados por el sismo solo en Veracruz estaban Coatzacoalcos, Cosoleacaque, Hidalgotitlán, Minatitlán, Texistepec y Jáltipan, el poblado donde décadas atrás Los Cojolites crecieron y fundaron el Centro de Documentación del Son Jarocho.
Días después de evaluar los daños ocasionados por el temblor, estos sitios fueron declarados zona de desastre natural. Hoy, tres años después, el centro de enseñanza de Jáltipan, Veracruz, levanta ya nuevamente sus muros.
Este Centro de Documentación del Son Jarocho albergaba documentos valiosos respecto a la historia de este género musical y zapateado veracruzano. Los Cojolites y la artista y compositora veracruzana Natalia Lafourcade han anunciado la reconstrucción de este instituto que nació en la comunidad.
Los Cojolites es una agrupación veracruzana que se ha encargado durante décadas de preservar la tradición del zapateado en el son jarocho, género musical con 300 años de existencia.
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Ricardo Perry, director y fundador del Centro de Documentación del Son Jarocho, así como de la agrupación Los Cojolites, explica que en la música y las letras del son jarocho se ve reflejada la vida de la comunidad, con la herencia del pasado y la cotidianidad de la gente.
“Lo cantamos en los versos y lo seguimos reproduciendo, entonces, es así como nosotros podemos seguir con la enseñanza que nos dejaron los viejos. El son jarocho tiene letras muy bonitas porque no hablan de violencia, sino de lo bonito de la vida”, expresa Ricardo Perry en entrevista con Newsweek México.
La reconstrucción se está logrando en parte gracias a una constante campaña sonora de apoyo a este centro por parte de Natalia Lafourcade a partir de la producción del álbum Un canto por México.
En los primeros días de enero de 2021, la comunidad de Jáltipan vio asentar los primeros muros de lo que será el nuevo diseño de este instituto comunitario, con el objetivo de preservar esta tradición musical.
UNA CONSTRUCCIÓN DE ALTURA
De acuerdo con el ingeniero René Torres, encargado de la supervisión de la construcción del Centro de Documentación del Son Jarocho, la obra tiene un avance de 40 por ciento, lo que corresponde al proceso de muraje, es decir, una base de obra de albañilería con la colocación del tabique reforzado interiormente del edificio.
En la planta baja se ubicará el área de bibliotecas, un área de estudio y espacios dedicados a los talleres que se implementarán en este centro de aprendizaje. Todo esto acompañado por un pasillo grande y cuartos de baño.
“El primer piso lo tenemos programado a finales de febrero, ya que todavía nos falta llegar a la altura, pues tendrá 4 metros a lo alto para no conservar el calor”, explica el encargado de la obra. Esta decisión de conservar dicha altura en la planta baja es necesaria para evitar la concentración de la temperatura en un municipio donde el clima predominante es cálido regular con una temperatura promedio de 25ºC y una precipitación pluvial media anual de 1,752.5 milímetros.
Natalia Lafourcade, en un video presentado en noviembre de 2019, refleja el amor y agradecimiento que tiene por este Centro de Documentación del Son Jarocho: “Estas paredes han cobijado no solo la gran labor de resguardar e impulsar a esta maravillosa cultura, sino también de unir a la comunidad facilitándoles espacios donde niños, adolescentes y adultos, familias enteras, aprenden y fortalecen el vínculo con las tradiciones y costumbres veracruzanas”.
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Por su parte, Ricardo Perry, quien ha estado al tanto del levantamiento de este centro de estudio para la comunidad veracruzana, cuenta a este medio cómo han sido estos años en que han trabajado para preservar los documentos, mapas, fotografías y videos que han grabado de forma casera visitando a las comunidades con los músicos.
“Son archivos únicos que no encuentras en otra parte. Es importante preservar la historia para que los jóvenes entiendan de dónde venimos, y eso es importante para saber a dónde vamos, entonces nosotros no solo enseñamos a estudiar la música, sino el contexto gráfico, la historia y de nuestra naturaleza. Todo eso es importante.
“La cultura no es una expresión particular, es todo lo que conlleva nuestra vida, es amor. Sabemos que va a ser muy importante el nuevo Centro como una institución única en el país para la conservación y preservación de la cultura a partir del son jarocho”, concluye Perry. N