La mujer que se quemó viva y murió la semana pasada tras ser detenida por intentar entrar en un estadio de fútbol, donde las mujeres tienen prohibido acceder, sufría un “trastorno neurológico”, según su padre.
Sahar Jodayari, de 30 años, fue arrestada el año pasado cuando intentaba entrar en un estadio en Teherán disfrazada de hombre para ver a su equipo favorito, el Esteghlal FC.
La mujer, apodada “la chica azul” por los colores de su equipo, se prendió fuego la semana pasada delante de un tribunal cuando le dijeron que iba a ser encarcelada durante seis meses, indicaron varios medios.
“Mi hija tenía un trastorno neurológico y ese día se enfadó mucho, insultando y peleándose con los agentes”, dijo su padre, Heidar Ali Jodayari, en declaraciones el martes a la agencia de noticias Mehr.
Desde 1981, las mujeres tiene prohibido entrar en los estadios de fútbol y de otros deportes porque, según los clérigos iraníes, hay que protegerlas de la atmósfera masculina y de los hombres semidesnudos.
Según las autoridades judiciales, una mujer joven había sido arrestada cuando intentó entrar en un estadio y estaba acusada de “atentado a la castidad pública e insultos”. Pero según esta fuente no había sido sentenciada porque el juez estaba de vacaciones.
"She Will Not be Forgotten" A candlelight vigil in Tehran, #Iran, tonight outside the courthouse #SaharKhodayari lit herself on fire after going there to be prosecuted for trying to watch her favorite soccer team play in a stadium. #bluegirl pic.twitter.com/5ZVKifZFCW
— IranHumanRights.org (@ICHRI) September 12, 2019
La muerte de Jodayari levantó una ola de indignación en las redes sociales y muchos jugadores conocidos usaron la etiqueta #blue_girl (#chica_azul) para pedir a la FIFA que expulse a Irán de las competiciones internacionales y a los fans que boicoteen sus partidos.
“Durante los días en que estuvo en el hospital no vino ningún famoso, ningún jugador, ni ninguna autoridad a visitarle. No vi a nadie”, dijo el padre en declaraciones a la agencia Mehr.