Podría haber un nexo entre la pérdida de peso y el menor riesgo de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas.
Científicos de numerosas instituciones de investigación, incluidas City of Hope, la Universidad de Washington y la Universidad de Indiana, hallaron que la pérdida de peso podría contribuir a reducir el riesgo de cáncer de mama en estas mujeres. Publicado el lunes 8 de octubre en CANCER, la revista de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, el estudio demostró esta asociación, pese a numerosas investigaciones conflictivas.
“Desde hace un par de décadas sabemos que la obesidad se relaciona con un incremento en el riesgo posmenopáusico de cáncer mamario”, dice Rowan Chlebowski, autor del artículo y profesor de investigaciones en el Departamento de Oncología Médica e Investigación Terapéutica de City of Hope. “Ha sido muy difícil —de hecho, casi imposible— demostrar que la pérdida de peso disminuye el riesgo de cáncer mamario en personas con sobrepeso u obesidad”.
Para su estudio, Chlebowski y su equipo analizaron la información de 61,335 mujeres que participaban en un estudio observacional de World Health Initiative. Las edades de estas mujeres oscilaban entre los 50 y 79 años; ninguna tenía antecedentes previos de cáncer mamario; y sus mamografías eran normales. Transcurridos tres años, volvieron a registrar la estatura, el peso y el índice de masa corporal de las participantes para determinar cómo habían cambiado.
En esa oportunidad, los investigadores consideraron una reducción de peso de 5 por ciento o más como “pérdida de peso”; un incremento de 5 por ciento más se interpretó como “aumento de peso”; y el peso que permaneció dentro del 5 por ciento del peso original se identificó como “estable”. En las mujeres que mostraron pérdida de peso, el riesgo general de cáncer de mama fue 12 por ciento menor que en las participantes cuyo peso se mantuvo estable. Las mujeres que aumentaron de peso no exhibieron un mayor riesgo general de cáncer de mama, aunque presentaron un riesgo 54 por ciento mayor de desarrollar cáncer de mama triple negativo, una neoplasia que tiende a ser más agresiva que las otras formas de cáncer mamario.
A decir de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), el cáncer de mama es la forma de cáncer más frecuente en las mujeres, sin importar su raza o etnicidad. Asimismo, es la primera causa de mortalidad por cáncer en mujeres hispanas, y la segunda en mujeres blancas, negras, asiáticas, insulares del Pacífico, indias americanas y nativas alaskeñas.
“Un cambio a corto plazo puede redundar en grandes beneficios”, asegura el Dr. Chlebowski. Si bien las modificaciones de peso fueron bastante reducidas, el científico considera que tuvieron un efecto significativo en la incidencia de cáncer mamario en esa población de mujeres postmenopáusicas.
“La gente suele imaginar cambios extremos, por lo que considero que el mensaje debe ser la moderación. Un cambio moderado en el estilo de vida puede marcar una diferencia adicional”, prosigue el Dr. Chlebowski. Sin embargo, la pérdida de peso no es la única manera de prevenir el cáncer de mama. “Me parece que la estrategia debe contemplar dos componentes: no nos oponemos a la farmacología ni afirmamos que esto sea mejor que la farmacología, pero debiera ser un factor adicional. Se requiere de un cambio moderado además de cualquier otro tipo de factor farmacológico que estés utilizando”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek