Por Melissa Matthews
El amor a primera vista suele ser el elemento principal de las historias románticas, muy probablemente porque muchas personas les encanta la idea. En una encuesta realizada en 2013 entre más de 1,000 adultos, se reveló que 56 por ciento de ellos creían en ese fenómeno, informó Reuters en aquel momento. Sin embargo, ha surgido una nueva investigación que hará trizas todas nuestras ideas románticas.
Científicos de la Universidad de Groningen en los Países Bajos encontraron que lo que muchas personas piensan que es amor a primera vista en realidad no es más que una intensa atracción física, de acuerdo con una nota publicada en la revista Research Digest de la Sociedad Psicológica Británica. Y para empeorar las cosas, se descubrió también que esos sentimientos pocas veces son correspondidos.
Estos devastadores resultados se hallaron mediante una recopilación de estudios en los que participaron 369 estudiantes holandeses y alemanes. Aproximadamente 60 por ciento eran mujeres y la mayoría eran heterosexuales.
En una encuesta realizada en línea, los hombres y mujeres miraron fotos de posibles parejas, a quienes no conocían, y las clasificaron según lo atractivas que les resultaban. También indicaron si experimentaban algún sentimiento de intimidad, pasión y compromiso hacia las personas que aparecían en las imágenes, respondiendo preguntas como “Siento que esa persona y yo estamos hechos el uno para el otro”. Estos tres componentes constituyen lo que se conoce como la Teoría Triangular del Amor, acuñada por el psicólogo Robert Sternberg. En su opinión, el amor se basa en estas tres áreas que influyen en gran medida en la forma en que experimentamos esa emoción.
Los participantes también respondieron si habían experimentado el amor a primera vista simplemente al ver las fotos, o si pensaban que estaban destinados a estar con una persona en particular. Los investigadores repitieron este experimento durante una sesión de laboratorio en la que las personas miraban las fotos en forma presencial. En otras dos pruebas, los estudiantes se reunieron con las personas en la vida real durante 90 o 20 minutos, antes de responder los cuestionarios.
Mientras que 32 personas, principalmente varones, experimentaron el amor a primera vista 49 veces (en efecto, en algunos casos ocurrió más de una vez), los componentes de la teoría del amor de Sternberg no estuvieron presentes. En lugar de ello, los investigadores descubrieron que el amor a primera vista estaba ligado con mayor fuerza a la atracción física. Durante las citas en vivo, ese “amor” no fue mutuo en ningún caso.
El equipo también analizó las vidas amorosas de todos los participantes (los estudiantes respondieron cuestionarios acerca de su vida personal) y descubrieron que las personas que creían que sus relaciones eran resultado del amor a primera vista hablaban más apasionadamente acerca de su pareja. Esto llevó a los investigadores a pensar que las personas proyectaban sus sentimientos actuales según la forma en que se habían sentido inicialmente, intensificando esa primera reunión.
Lástima, románticos. Parece que el amor a primera vista es en realidad algo sacado de los cuentos de hadas. Pero si creen que lo han experimentado, al menos pueden consolarse al pensar que el objeto de su amor probablemente es tremendamente guapo (o guapa).
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek