
El caso de la maestra Irma Hernández conmocionó a la opinión pública.
Irma Hernández, fue una maestra jubilada que también trabajaba como taxista, murió a consecuencia de la tortura que sufrió durante su secuestro, según confirmó la Fiscalía General del Estado. El caso ha generado una fuerte indignación en el estado y pone en el centro del debate la escalada de violencia en la región norte de la entidad.
Verónica Hernández Giadáns, fiscal General de Veracruz, señaló en una rueda de prensa que el secuestro de la mujer, de 62 años, fue llevado a cabo por un grupo criminal que, de manera violenta, la mantuvo en cautiverio.
Hasta el momento, cuatro personas han sido detenidas por su presunta relación con el caso y han sido imputadas por el delito de secuestro agravado. Octavio N, Jeana Paola N, Victor Manuel N y José Eduardo N fueron originalmente arrestados por otros delitos, pero las investigaciones permitieron vincularlos directamente con la muerte de la maestra.
“Ellos de manera inicial fueron detenidos por delitos contra las instituciones y delitos contra la salud, cumplen un proceso penal por esos delitos, están vinculados a proceso, posteriormente se les imputó el tipo penal de secuestro agravado, toda vez que la ley del tipo penal para prevenir y sancionar el secuestro tipifica las conductas que se dieron en este hecho”, dijo la fiscal.
Este caso está rodeado de un contexto de violencia aún más amplio. Tras la muerte de Irma Hernández, se registró un motín en el penal de Tuxpan que dejó nueve personas fallecidas y 10 heridas. Durante la trifulca, circularon videos en redes sociales que apuntaban a que el grupo que controla la prisión fue el mismo que ordenó la muerte de la taxista. El norte de Veracruz ha sido escenario de múltiples hechos violentos recientes, incluyendo el hallazgo de seis cuerpos desmembrados y la ejecución de un taxista y su padre dentro de un hospital.
La gobernadora morenista de Veracruz, Rocío Nahle, se refirió a este caso, calificándolo como un “hecho aislado”. Sin embargo, esta declaración ha generado críticas, ya que contrasta con la realidad que vive el estado. Al ser cuestionada sobre la inseguridad, Nahle ha defendido que las cifras son las “más bajas de la historia” de Veracruz y que en el pasado se registraban “hasta 50 muertos por día”. La percepción de inseguridad en la entidad, sin embargo, sigue siendo una de las principales preocupaciones para los ciudadanos, que han visto un aumento en los delitos de alto impacto en varias regiones, incluyendo el norte del estado.
Durante una conferencia de prensa, Nahle calificó de “miserables” a quienes —según ella— convirtieron el caso en un “escándalo mediático”, y defendió que la necropsia muestra que la mujer falleció por causas naturales tras haber sido violentada.
“Después de ser violentada, desgraciadamente padeció un infarto, les guste o no les guste”, expresó la gobernadora morenista.
También acusó a medios nacionales de encabezar una campaña de “nado sincronizado” para amplificar la percepción de violencia en el estado.
La trágica muerte de Irma Hernández y la respuesta de las autoridades y figuras políticas plantean un cuestionamiento profundo sobre la efectividad de las estrategias de seguridad en Veracruz. N