¿Serán los colibríes las nuevas palomas urbanas? Un estudio arroja luz sobre esta posibilidad. Un grupo de investigadores afirmó que algunas especies de colibríes están adaptándose rápidamente a la vida en la ciudad, al punto de mostrar cambios en su anatomía, en gran parte debido al uso de bebederos artificiales que se han vuelto comunes en entornos urbanos.
“Los picos de las aves son altamente adaptables, con el potencial de experimentar cambios morfológicos rápidos en respuesta al cambio ambiental como la variación climática y la disponibilidad de alimento”, refiere el artículo publicado en el sitio Wiley Online Library.
Un caso destacado es el del colibrí Anna, también conocido como colibrí de cabeza roja (Calypte anna), cuya población se ha expandido notablemente durante los últimos 160 años, colonizando zonas con climas distintos a los originales, donde encuentran comederos suplementarios y especies de plantas introducidas por el ser humano.
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“Nuestros hallazgos muestran que el tamaño y la forma del pico han variado con el uso frecuente de comederos: ahora son más largos, cónicos y presentan una estructura maxilar particular. En los machos, el pico tiende a ser más puntiagudo en su parte superior, lo que podría conferirles una ventaja competitiva durante encuentros agresivos en torno a las fuentes de alimento”, explican los autores.
De acuerdo con la revista Wired, que retoma la investigación, esta especie originaria de California se ha desplazado hacia el norte en paralelo al crecimiento urbano, “aprovechando los espacios creados por la presencia humana. Además, su densidad poblacional ha aumentado en zonas donde abundan los comederos y los árboles de eucalipto, plantas ricas en néctar que también fueron introducidas por las personas”.
EL COMENSALISMO EN LOS COLIBRÍES
Para realizar el estudio, los investigadores utilizaron datos de avistamiento de la especie en los 58 condados de California entre 1938 y 2019, además de analizar especímenes preservados en museos. De igual manera, recurrieron a anuncios de periódicos para conocer la cantidad de bebederos durante el siglo pasado.
A tenor de Science, uno de los registros más antiguos de los bebederos data de 1928. En contexto, estos suelen ser pequeños recipientes, preferiblemente de cristal o plástico resistente, que contienen una mezcla de agua y azúcar (como néctar) para atraer a estas aves. El néctar es el alimento principal de los colibríes, el cual les proporciona energía para volar y metabolizar.
El caso de los colibríes no es aislado, ya que las palomas también están dentro del comensalismo, una interacción biológica en la que un organismo se beneficia de otro sin causarle daño o beneficio. Otros ejemplos son las rémoras y los tiburones, los tordos y bisontes, así como los peces que limpian a otros peces.
Según datos de All about birds, a escala global existen más de 330 especies de colibríes; la mayor concentración de especies se encuentra en los trópicos, especialmente en países como Colombia, Ecuador y Perú. N
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