A partir del 29 de marzo, los planteles de educación básica en México dejarán atrás la comida chatarra. La nueva regulación, enmarcada en el programa “Vive Saludable, Vive Feliz”, busca transformar la alimentación de millones de estudiantes, priorizando el consumo de alimentos frescos y nutritivos.
Para garantizar el éxito de la medida, 29 brigadas estatales ya están en acción, realizando un censo de peso, talla, agudeza visual y salud bucal a más de 500 mil estudiantes. Además, se están impartiendo pláticas y talleres sobre la importancia de una alimentación equilibrada.
Más que una prohibición, un cambio de hábitos
Lejos de ser solo una restricción, la iniciativa incluye la capacitación de expendedores escolares del 31 de marzo al 4 de abril, en colaboración con la Secretaría de Salud. Según Noemí Juárez, subsecretaria de Educación Básica, el objetivo es ofrecer opciones saludables, no solo limitar productos.
La estrategia también contempla la distribución de dos manuales de alimentación, uno desarrollado junto con Unicef, además de guías dirigidas a padres de familia para fomentar su participación en esta transformación alimentaria.
Regulación con supervisión y sanciones
La prohibición responde al Acuerdo de Lineamientos sobre Alimentación Escolar, publicado en el Diario Oficial de la Federación, que otorgó un plazo de 180 días para su implementación. Ahora, la Secretaría de Educación, en coordinación con autoridades sanitarias, supervisará su cumplimiento y aplicará sanciones en caso de incumplimiento.
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El plan también prohíbe la publicidad de productos ultraprocesados dentro de los planteles y establece que se deben priorizar alimentos frescos, naturales y de temporada en las cooperativas escolares.
Con esta medida, México busca combatir los altos índices de obesidad infantil, promoviendo una generación más saludable y consciente sobre la importancia de la alimentación. N