“Vivir una tormenta de arena o polvo puede ser aterrador. Cuando las nubes ondulantes lo engullen todo a su paso, las tempestades convierten el día en noche y causan estragos en los seres humanos y la naturaleza. Las más feroces son como tsunamis de arena. Estas tormentas afectan a unos 330 millones de personas en todo el mundo, desde el África subsahariana hasta el norte de China y Australia“, explica la ONU.
El fenómeno de las tormentas de arena y polvo afecta a 151 países y se ha convertido en un problema transfronterizo cada vez más relevante, expresa la ONU que nombró este 12 de julio de 2024 como el primer Día Internacional de Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo.
Los impactos de las tormentas de arena y polvo se sienten en el medioambiente, la seguridad alimentaria, la agricultura, la salud, el transporte, la energía, las sociedades humanas y las economías. Este jueves, la Asamblea General adoptó una resolución y proclamó 2025-2034 como la Década de las Naciones Unidas de Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo.
LAS TORMENTAS DE ARENA Y POLVO CAUSAN PROBLEMAS A LA SALUD HUMANA
Estas tempestades se producen cuando fuertes vientos se encuentran con suelo desnudo o seco, levantando grandes cantidades de arena y polvo a la atmósfera. La arena y el polvo no permanecen en un lugar, sino que el aire los transporta a cientos o incluso miles de kilómetros de distancia.
La decisión de nombrar un día tiene como objetivo reforzar la cooperación internacional y regional para prevenir y mitigar los efectos negativos de estas tormentas, especialmente en los países afectados. El texto también destaca que las tormentas de arena y polvo “causan numerosos problemas de salud humana”, especialmente en áreas áridas, semiáridas y otras. el documento afirma además que “es necesario reforzar estrategias de protección”.
Según la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación, las tormentas de arena y polvo son “un problema subestimado” que se ha vuelto más frecuente en algunos lugares, con al menos 25 por ciento de las actividades globales de polvo originadas de actividades humanas.
LAS ACTIVIDADES HUMANAS AUMENTAN EL FENÓMENO
El año pasado, la Resolución 77/294 de la Asamblea General proclamó el 12 de julio como el Día Internacional de Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo, que se observará anualmente. El proyecto de resolución fue aprobado por consenso en la 98ª reunión plenaria presidida por el presidente de la Asamblea General, Dennis Francis.
A través de esta resolución, el órgano deliberativo de la ONU pide a todos los Estados miembros y otras partes interesadas relevantes que “observen este Día Internacional de manera apropiada y de acuerdo con las prioridades nacionales, a través de educación y actividades destinadas a aumentar la conciencia pública sobre la importancia de combatir tales tormentas para la salud humana”.
Las actividades humanas, como la deforestación, el pastoreo excesivo y el uso excesivo del agua, están provocando que los desiertos se extiendan y están multiplicando la probabilidad de que se produzcan tormentas de arena y polvo. El cambio climático (que está provocando sequías y temperaturas más extremas) está acentuando estos factores causantes. N