Los vikingos eran feroces guerreros, hábiles comerciantes y exploradores, pero poco se sabe de las “völvas”, mitad bruja mitad druida; un personaje clave de las sociedades escandinavas de la época, ahora presentado en el Museo Nacional de Dinamarca.
“La völva es una especie de chamán femenino. Es una vidente, una profetisa. Puede predecir el futuro. Puede volar. Y puede decirte tu destino”, resume el investigador Peter Pentz, quien participó en la realización de la exposición abierta desde el 27 de junio.
Las sagas, escritas según los rumores transmitidos varios cientos de años después de la era vikinga (siglos IX al XI), cuentan que era solicitada para vaticinar los eventos futuros y podía interactuar con los dioses. En el Museo Nacional en Copenhague, el visitante se sumerge en el mundo fantástico de las profecías de la völva. Se trata del futuro y del fin del mundo, el Ragnarok, popularizado ahora en el cine y la televisión.
La exposición “es la primera [en el Museo Nacional] cuyo personaje principal es una mujer”, señala Pentz. Joyas, amuletos, runas, sagas y descubrimientos arqueológicos ayudan a comprender mejor a este personaje hasta ahora desconocido.
“La palabra ‘völva’ significa ‘portadora de bastón’. Una völva es siempre una mujer, que lleva un bastón. Esta mujer fue enterrada en una fortaleza del rey Harald Diente Azul. Creemos que pudo haber sido consejera del rey”, explica el investigador frente a una vitrina que exhibe los restos de una tumba de völva.
En el norte de Europa, las mujeres, lejos de ser ignoradas, podían ocupar un papel de consejeras. “Las mujeres de Escandinavia tenían una mejor posición que sus congéneres en el Mediterráneo o en el imperio franco. Tenían derecho a pedir el divorcio si su marido era violento con ellas”, indica el investigador.
LAS VÖLVAS QUE GUIARON A LOS VIKINGOS ERAN MARGINADAS
Además de su famoso bastón de hierro, expuesto, la profetisa enterrada tenía una bolsa que contenía hierbas hipnóticas, seguramente para alcanzar un estado de trance necesario para dar sus predicciones, y objetos provenientes de regiones lejanas.
“Los artefactos que vienen de lejos aportan un conocimiento místico”, señala Pentz. Sin embargo, la völva, a pesar de su papel establecido, estaba marginada, como lo fueron las brujas después de ella, pero sin la connotación negativa que rodeaba a estas últimas, según el investigador.
“Eran viudas o solteras y vivían fuera de la granja, que es la unidad básica de una sociedad agrícola como la sociedad vikinga”, subraya. Su ventaja eran sus conocimientos provenientes de la naturaleza.
“La gente de todas las épocas tiene preguntas, preguntas sobre la vida; ella tenía las respuestas”, asegura.
Con el advenimiento del cristianismo, el papel de estas profetisas se desvaneció hasta caer en el olvido antes de que los científicos estudiaran las sagas islandesas. “Las funciones de la völva fueron confiadas a muchos otros personajes de la sociedad medieval, incluidos los sacerdotes. Ella sobrevivió, pero a través de diferentes personajes”, concluye el investigador. N