La pérdida de peso podría facilitarse con una cápsula vibratoria que se traga, asegura un grupo de investigadores que han examinado formas nuevas y no invasivas de ayudar en la lucha contra la obesidad.
Las estadísticas más recientes de la Organización Mundial de la Salud indican que una de cada ocho personas en el mundo padece obesidad, un factor que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, diabetes, accidentes cerebrovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Actualmente, si la dieta y el ejercicio no tienen éxito en el tratamiento de la obesidad, se consideran los fármacos y, en ocasiones, la cirugía bariátrica. Sin embargo, los medicamentos tienen efectos secundarios y la cirugía requiere cambios drásticos en el estilo de vida.
En una investigación reciente, publicada en la revista Science Advances, científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el Hospital Brigham and Women’s (BWH por sus siglas en inglés) y la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, estudiaron los efectos de la cápsula vibratoria ingerible en los cerdos.
Los expertos descubrieron que cuando a los animales se les dio una cápsula antes de las comidas consumieron menos alimentos en general y, como resultado, tenían un aumento de peso más lento.
La cápsula oral activa los receptores del estómago que se ponen en marcha cuando comemos. Luego le dice al cerebro que digiera la comida, lo que a su vez simula la sensación de estar lleno.
UNA SENSACIÓN DE SACIEDAD EN EL ESTÓMAGO
“Las respuestas metabólicas que desencadena la cápsula ingerible tienen el potencial de beneficiar a las personas que luchan contra la obesidad. Al simular la saciedad, esta cápsula podría facilitar la pérdida de peso y un mejor control glucémico”, dijo en un comunicado Dave Rampulla, director de la División de Discovery Science and Technology del Instituto Nacional de Bioingeniería e Imágenes Biomédicas (NIBIB, por sus siglas en inglés).
Los científicos ya sabían que las vibraciones externas en los músculos crean una sensación de movimiento. Sin embargo, hasta ahora no sabían si este mecanismo funcionaría en el estómago de una manera que ayude a perder peso.
“Queríamos explorar si podíamos utilizar los propios mecanismos de retroalimentación sensorial del cuerpo para crear una sensación de saciedad en el estómago. Nuestra prueba de concepto examinó si las vibraciones inducirían y estimularían los receptores de estiramiento en el estómago, permitiendo que este se distienda y envíe señales al cerebro que crean una sensación falsa de estar satisfecho”, dijo en un comunicado la autora principal del estudio, Shriya Srinivasan, profesora asistente de bioingeniería en la Universidad de Harvard.
La cápsula vibratoria contenía una batería y una membrana que hace que se disuelva dentro del estómago. Los investigadores trabajaron con un cerdo específicamente porque estos animales tienen una estructura estomacal similar a la de los humanos.
¿CÓMO TRABAJA LA CÁPSULA VIBRATORIA?
Asimismo, los científicos realizaron un experimento para ver cómo las cápsulas vibratorias afectaban el apetito y la ingesta de alimentos de los cerdos. Dieron seguimiento a cuatro de estos animales durante dos semanas con las cápsulas y dos semanas sin ellas. Las cápsulas se activaron durante 30 minutos antes de las comidas y los resultados mostraron que comieron 40 por ciento menos cuando ingirieron las cápsulas.
Los cerdos que recibieron las cápsulas también aumentaron de peso más lentamente que los que no las recibieron, aunque no se detallaron las diferencias de peso exactas. Otra parte del estudio implicó probar las cápsulas en cerdos en ayunas para ver los cambios hormonales.
Los cerdos sujetos a este tratamiento tenían niveles más bajos de grelina, la hormona del hambre, lo que indica una reducción del apetito y potencial de pérdida de peso. No se encontraron problemas de seguridad con las cápsulas, que tardaron de cuatro a cinco días en pasar por el sistema digestivo de los animales. Aunque este método aún no está listo para ser utilizado en humanos, es un desarrollo prometedor.
“Después de llevar a cabo nuevas validaciones de seguridad, la versión clínica [de la cápsula vibratoria] podría facilitar un cambio de paradigma en las posibles opciones terapéuticas para la obesidad y otras enfermedades afectadas por la saciedad estomacal tardía, la cual conduce a una sobrealimentación excesiva y posteriores afecciones metabólicas, cardiacas y endocrinas”, determinó en un comunicado Giovanni Traverso, autor sénior del estudio, así como profesor asociado de ingeniería mecánica en el MIT y gastroenterólogo del Hospital Brigham and Women’s. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)