El 9 de diciembre de 2005, el reportero Pablo Reinah cubrió un “operativo” en el rancho “Las Chinitas” para Televisa. Se trató de la captura de dos presuntos secuestradores de la banda Los Zodiaco: la francesa Florence Cassez y el mexicano Israel Vallarta. Poco después, se supo que este “operativo” había sido un montaje.
La noticia se volvió un escándalo mediático y político que puso al descubierto las ineficiencias y la corrupción que atraviesan al sistema de justicia mexicano. Tras haber sido las propias autoridades las que buscaron a gran cantidad de medios de comunicación para cubrir un supuesto operativo, fueron las mismas que semanas más tarde anunciaron que todo había sido un montaje.
Todos los medios de comunicacion que asistieron a la cobertura se dijeron engañados por una autoridad mentirosa, salvo Televisa, que al igual que la Agencia Federal de Investigación (AFI), acusaron al periodista Pablo Reinah de “conocer” que era un montaje.
El reportero fue despedido, acusado y señalado injustamente. Pero Reinah dio inicio a una ardua batalla legal para limpiar su nombre. Tras haberle ganado a uno de los medios de comunicación más importantes del continente y al Estado, el periodista años más tarde decidió contar la historia a profundidad.
Bajo el título El caso Florence Cassez, Reinah escribe en su libro una versión totalmente distinta a la que muchos han comprado: “los periodistas se dejaron engañar y la policía mintió”.
LA HISTORIA DE UN PERIODISTA QUE NO SE DEJÓ.
Sin embargo, “hay mucho fondo cuando hay una historia detrás de este y otros operativos. Quiero que el lector conozcan la historia de un periodista que de alguna forma no se dejó. Y tampoco quiso que esta historia quedará en el olvido. Porque cuando hay dos fuerzas tan poderosas como un medio de comunicación y una autoridad de justicia responsable de la seguridad del país, que señalan a un periodista no se debe dejar pasar la oportunidad de alzar la voz y dar a conocer la historia”, comenta el periodista Pablo Reinah en entrevista con Newsweek en Español.
Aunque muchos pidieron a Reinah que escribiera un libro sobre el tema por muchos años él se negó. “Nunca pensé que esta historia fuera a terminar en un libro ni que fuera a cambiar tanto el sistema jurídico. La forma de cubrir operativos en nuestro país. Y que diera un vuelco tan importante. A lo largo de los años se especuló sobre lo que pasó y lo que no pasó.
“Por ello pensé que era momento de contar lo que vi y lo que sé. Lo que me consta para que quede por escrito y que sea un testimonio de alguien que estuvo ahí. Eso motivó la escritura de El caso Florence Cassez.
Durante algunas semanas se habló en muchos medios de la supuesta captura de los dos presuntos secuestradores. Sin embargo, en Televisa, durante una entrevista con el entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, dio a conocer que “todo había sido un montaje”.
“Se conoció que eso no había ocurrido como lo contó en algún momento de la autoridad oficial, la AFI. Fue la propia Televisa la que comenzó a desnudar que esto no había ocurrido como todos lo habíamos pensado”, comenta Reinah.
TELEVISA CONDENÓ A SU REPORTERO
Lejos de reaccionar como todos los demás medios que se asumieron como engañados por el gobierno, Televisa condenó a su reportero.
Ante los ataques y el desprestigio contra Pablo Reinah, él decidió emprender una investigación jurídica. “La autoridad no se puede dar el lujo de mentir a quienes informan. Es la fuente oficial y debe de dar información fidedigna.
“Los reporteros hicimos lo que nos tocaba: confiar en un trabajo que hacía la autoridad. Porque eso era lo que tocaba. Es aquí donde nos damos cuenta que hacen falta mecanismos de defensa para periodistas cuando ocurren este tipo de situaciones. Son los periodistas los que quedan en medio de una autoridad que tiene todas las armas para quedar impune. Y de un poder mediático en el que simple sencillamente se busca un responsable”, añade Reinah.
A su vez, reflexiona que si una fuente oficial que se supone investigó, tiene datos confirmados, después los manipule, oculte o cambie, sin duda, “debe haber un castigo ejemplar para las autoridades mentirosas”.
En su libro, el periodista narra su arduo camino para demostrar su honestidad. “Estuvo lleno de amenazas y obstáculos para que la autoridad diera a conocer lo que había ocurrido.
“HUBO UN ENGAÑÓ HACIA LA CIUDADANÍA Y A LOS MEDIOS”
“Escribí sobre la investigación que hizo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Varias veces la PGR se negó a entregar la información que pedía la Comisión. Sin embargo, tras la presión del órgano defensor y anunciar que emitiría una recomendación por ‘serias irregularidades’, la Procuraduría aceptó que cometió un error. Se emite un documento en el que la autoridad reconoce por primera y única vez que mintió. No fue fácil. Fue un camino que duró un año y medio y fue un trabajo arduo”.
El reportero analiza el hecho y asegura que hasta el momento no se han dado respuestas de muchas de las situaciones que ocurrieron ese día. Todavía no se tiene claridad si hubo culpabilidad por parte de los presuntos responsables. No se sabe si hay inocencia por parte de las presuntas víctimas. “Estas respuestas no deben de quedar en el aire”.
Algo de suma importancia que no se debe dejar pasar, comenta el periodista, es que “más allá del atropello que ocurre hacia mi persona y hacia otros medios, queda claro que hubo un engañó hacia la ciudadanía y a los medios de comunicación. Y los medios no deben de permitir tipo de abusos”.
Para Pablo Reinah una de las partes fundamentales del caso es poder haber demostrado su honestidad y “haber regresado con la cara en alto”. N