Corazón esqueleto, de Enrique León, es un conjunto de poemas acerca del silencio, el mar y los acantilados. Según refiere su autor: “Este poemario es de todo aquel que guarda un corazón como un esqueleto por atreverse a amar frente a la bahía de Lima”.
Según lo refieren los artífices de este proyecto poético, “fue una labor que vislumbró un horizonte azul infinito y alcanzable entre el autor y Manofalsa Editores”.
Enrique León nació en Lima en 1974. Estudió en el Colegio Guadalupe hasta 1989. Es licenciado en Comunicaciones por la Universidad de San Martín; y máster en Comunicación y Educación por la Universidad Autónoma de Barcelona.
Ha publicado en coautoría dos libros de investigación: La pluma en la Belle Epoque, sobre periodismo, publicidad y literatura de inicios de siglo XX; y El periodismo cultural y el de espectáculos, Lima, siglos XIX y XX.
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En poesía ha publicado el poemario Parte uno parte dos aparte sin parte. Corazón esqueleto es su segundo libro de poemas. Ha trabajado en instituciones públicas y privadas como comunicador, investigador, docente, consultor y editor.
Un libro de poemas no puede ser un encuentro común. Cuando abrimos un libro de poemas nos internamos en una lectura que no es como cualquier otra, pues no está supeditada a un orden preciso, como en una narración. Es como abrir una caja llena de partituras que, conforme vamos leyendo cada una, van construyendo su propio sonido e inaugurando su propio movimiento.
Nuestra aproximación a la poesía es siempre un encuentro con el misterio, pues cada lectura de cada poema implica, siempre, una nueva interpretación: una resignificación simbólica en la que el poema, se crea y se recrea constantemente, al tiempo que ocurre algo semejante en quien lo lee; ya que, sensibles como somos al mundo, también somos vulnerables al enfrentamos a él.
Quizá, en gran medida, esto es lo que hace que la poesía sea una de las experiencias estéticas más extraordinarias que hemos desarrollado para poder dar testimonio de la vida en el mundo. El fenómeno de la poesía se construye, así, en conjunto. Implica siempre una vinculación con lo que hay de subjetivo en cada quien. Con la interpretación que cada quien hace de las piezas que conforman el libro.
Corazón esqueleto es un libro que estalla como un carrusel, y las piezas que lo conforman giran alrededor de luces y sonidos. Es como encontrar un conjunto de postales, de mensajes que son fragmentos de una historia que está antes. Y trazos: las ilustraciones de Carlos Alberto Ostolaza, que acompañan esta edición, son también un testimonio de un viaje al interior de esos fragmentos, de esas visiones que se van entrelazando desde el principio del libro.
Leemos un libro íntimo. Una pequeña biografía de un corazón, cuyo esqueleto se arma y desarma para mostrar en la girándula su anatomía. Su despliegue de silencios que persiguen cuerpos, lunas, amantes, pedazos de sal, figuraciones todas nacidas de la contemplación. De los espacios en los que parece que no hay mucho y en realidad están llenos, de memoria, de miedo, de vértigo.
Como si viéramos un estallido de un carrusel, a través de los espacios que quedan en el esqueleto de un corazón que sigue latiendo, mientras la lectura avanza. N
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Gustavo Enrique Orozco es poeta, editor, psicoanalista y reseñista de poemas.
