UNA PANDEMIA no frenó al Cervantino y, tras su primera edición en la historia 100 por ciento digital que tuvo lugar el año pasado, este año el festival regresa lleno de resiliencia y esperanza a llenar las calles de Guanajuato de música, danza, teatro, artes plásticas, cine y mucho arte y cultura en su primera edición híbrida.
El Festival Internacional Cervantino (FIC) dio ayer por inaugurada su cuadragesimanovena edición en el corazón histórico de la ciudad de Guanajuato con un concierto en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, por parte de la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila junto al grupo cubano, Formell y los Van Van.
Ambos grupos musicales son respectivamente originarios de Coahuila y Cuba, estado y país invitados de honor por segundo año consecutivo del FIC, ya que este año reincidieron en el rol al no haber podido llevarse a cabo el festival de manera presencial en el 2020.
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Quienes están detrás de la organización y creación de este evento describen como “una fiesta para todos” al festival, pero este año toma un sentido mucho más literal gracias a su agenda híbrida de actividades que se ha curado para estos 19 días. Con casi el 80 por ciento de las actividades presenciales y transmisiones en vivo que se realizarán en diferentes medios, entre ellos Ibero 90.9, todas las personas alrededor del país y del mundo que lo deseen podrán formar parte de esta gran celebración.
Entre los muchos canales para seguir paso a paso los eventos y propuestas del festival se encuentran las transmisiones en vivo del canal oficial de YouTube del Festival, así como la app oficial del FIC (para teléfono móvil).
“Es momento de hacer historia juntos”, concluyó ayer Alan Sahir Márquez Becerra, coordinador general de comunicación social del estado de Guanajuato, en la inauguración de la sala de prensa Carlos Ximénez.
JUGUETES ROTOS Y VESTIDOS ROJOS
Desde sus inicios, el teatro ha tenido una función de catarsis, liberando a las personas de situaciones emocionales a partir de identificarse con los personajes y sufrir, reír, soñar o llorar con ellos. Por ende, podemos afirmar que el teatro existe por y para la gente.
Con la última palabra en mente entramos a la primera función realizada por Producciones Rokambolesca: “Juguetes rotos”. En ella, la directora argentina-española Carolina Román presenta una historia de dos personajes homosexuales que viven en la España Franquista.
En aquel momento histórico, la represión contra las personas que no cabían dentro de la heteronorma era cosa seria, pues además del rechazo con el que tenían que convivir existía una ley conocida como la “ley de vagos y maleantes” que permitía la retención de personas hasta que se determinara que no eran una amenaza para la sociedad.
En “Juguetes Rotos”, protagonizada por los actores Nacho Guerreros y Kike Guaza, Mario y Dorin hablan en repetidas ocasiones de los encierros y los ataques hacia homosexuales por parte del Estado, en un momento en que las muertes ocasionadas por injustas palizas eran oficialmente registradas como suicidios.
Quizás una de las líneas más interesantes del protagonista (un hombre homosexual que se va del campo a la ciudad, en donde gracias a una amiga transexual, conoce una forma diferente y libre de vivir su sexualidad):
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“Todavía había algo dentro de mí que me hacía sentir que estaba cometiendo un pecado, la culpa. Yo quería ser mujer… quería serlo completamente, fascinantemente y ¿qué es lo que soy?”, se pregunta el protagonista dentro de la puesta en escena.
Definitivamente la obra de Carolina Román habla de un silencio en el tiempo y nos hace empatizar con quienes lo vivieron.
No se pierdan la oportunidad de ver “Juguetes Rotos” en el Festival Internacional Cervantino, los viernes y sábados a las 6 de la tarde, en el Teatro Principal. N
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Esta nota se publicó por primera vez en Ibero 90.9.
(Foto: Carolina Díaz)