ESTE VERANO, el Reino Unido podría superar los 40 ºC , a pesar de que las autoridades británicas se han esforzado por buscar contener el aumento de la temperatura mundial en 1.5 ºC.
Este umbral corresponde al objetivo más ambicioso fijado por el acuerdo de París para limitar el calentamiento global respecto a la era preindustrial, que la presidencia británica de la COP26, prevista en Glasgow en noviembre, espera mantener “con vida”. Según numerosos científicos, ese objetivo es ya inalcanzable.
Con motivo de la publicación, el jueves, del informe sobre el clima del Reino Unido para el año 2020, la directora general de la Royal Meteorological Society, Liz Bentley, subrayó que el planeta ya está registrando episodios de calor extremo, resultado de aumentos de temperatura de 1.1 a 1.2 ºC.
“Si añadimos 0.3 ºC”, esas olas de calor “serán cada vez más intensas, al parecer veremos los 40 ºC en el Reino Unido, pese a que nunca hayamos conocido ese tipo de temperaturas”, declaró.
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La temperatura más alta registrada en el Reino Unido fueron los 38.7 ºC alcanzados en Cambridge el 25 de julio de 2019.
“Si el calentamiento global alcanza los 1.5 ºC, esto no será algo que veamos una o dos veces”, sino “algo que veremos de forma regular”, añadió.
Mike Kendon, autor del informe, consideró en la BBC que es “plausible” que el Reino Unido alcance los 40 ºC en verano, y subrayó que el cambio climático ya se está haciendo patente en territorio británico, como en el resto del mundo.
Las nuevas previsiones de los expertos climáticos de la ONU, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), que están siendo validadas por 195 países, recalcan la creciente amenaza que representan algunos “puntos de ruptura” climáticos que podrían conducir hacia un cambio dramático e irreversible, según fuentes que han tenido acceso a la versión preliminar del texto.
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Entre estos puntos de inflexión figura la transformación que señalan los expertos de la ONU destaca el efecto de “sabanización” que en el peor de los casos podría darse en el Amazonas, es decir, que la selva amazónica migrará hacia un ecosistema tipo sabana. N