AMNISTÍA INTERNACIONAL ha pedido a la FIFA que utilice su influencia sobre las autoridades de Catar para ayudar a poner fin a los abusos contra los trabajadores y trabajadoras migrantes que hacen posible el mundial de futbol.
En una carta dirigida al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, Amnistía pidió al organismo que asumiera su responsabilidad de prevenir, mitigar y solucionar los riesgos en materia de derechos humanos asociados al campeonato y “utilizar toda la influencia a su alcance” para instar a Qatar a cumplir su programa de reformas laborales antes del comienzo de la Copa Mundial.
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“Qatar ha introducido varias reformas positivas en los últimos años, en parte como respuesta al mayor control al que está sometido después de que se le adjudicara el contrato de la Copa Mundial pero, con demasiada frecuencia, estas medidas no se implementan adecuadamente, y miles de trabajadores y trabajadoras migrantes siguen siendo sufriendo explotación y abusos”, informó Amnistía.
Recientemente, la Asamblea Consultiva de Qatar —un órgano asesor— presentó un conjunto de recomendaciones que, de ser aceptadas por el gobierno, anularían gran parte de los avances propiciados por las reformas, por ejemplo imponiendo de nuevo restricciones a los derechos de las personas trabajadoras a cambiar de empleo y abandonar el país.
“Sería imposible celebrar esta Copa Mundial sin las personas trabajadoras migrantes, que representan el 95% de la fuerza laboral de Qatar. Los estadios, las carreteras, la hostelería o la seguridad.
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“El campeonato depende del duro trabajo de hombres y mujeres que han viajado miles de kilómetros para mantener a sus familias. Sin embargo, con demasiada frecuencia, estas personas siguen descubriendo que su estadía en Qatar está marcada por los abusos y la explotación”, manifestó Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.
“Como organismo organizador de la Copa Mundial, según las normas internacionales,la FIFA tiene la responsabilidad de mitigar los riesgos generados por el campeonato en materia de derechos humanos, entre ellos los que afectan a las personas que trabajan en sectores como la hostelería y el transporte, que han crecido enormemente para facilitar la celebración de los partidos.
“Las eliminatorias de esta semana son un recordatorio de que el plazo para que la FIFA influya en Qatar se reduce, por lo que la entidad debe actuar ya para garantizar que la Copa Mundial de 2022 sea un campeonato del cual pueda enorgullecerse, y no un torneo empañado por los abusos laborales”, dijo Cockburn. N