Autoridades de países como Reino Unido, Alemania y Francia, buscan endurecer las medidas y restricciones ante un aumento de contagios de COVID-19 en el continente.
En Europa, hay más de 244,000 fallecidos y 6.7 millones de casos y es la región del mundo donde la epidemia avanzó más durante la semana pasada, y se proyecta que se repita la semana en curso.
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Alemania
Este miércoles se hizo público que la canciller Angela Merkel quiere imponer nuevas restricciones en Alemania.
Entre ellas ampliar el uso obligatorio de la cubrebocas adelantar el horario de cierre para bares y restaurantes en las zonas donde la tasa de contagio llegue a 35 casos por 100,000 personas durante siete días consecutivos, en lugar de 50 por 100,000, como se estipulaba hasta ahora.
El gobierno alemán anunció 5,132 nuevos contagios declarados en 24 horas, es decir el mayor incremento desde hace seis meses, según el instituto de vigilancia epidemiológica Robert Koch.
Pero según el gobierno, las cifras pueden aún mejorar con “determinación y voluntad de la sociedad en su conjunto”.
Francia
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el miércoles que se decretará un toque de queda nocturno en nueve ciudades del país, incluyendo París, durante al menos un mes.
“El toque de queda durará cuatro semanas e iremos al Parlamento para extenderlo hasta el 1 de diciembre. Seis semanas es el tiempo que creemos útil”, dijo Macron en una entrevista televisiva.
“Debemos actuar” ya que “la situación es preocupante”, dijo el jefe de Estado francés, que advirtió que la “segunda ola” ya se está abatiendo en el país.
El número de contagios ha aumentado constantemente en las últimas semanas en Francia, sobre todo desde el regreso de las vacaciones de verano.
España
En España, Cataluña decidió este miércoles clausurar todos sus bares y restaurantes durante 15 días para “evitar un confinamiento total en las próximas semanas” y entrarán en vigor la noche del jueves al viernes, dijo presidente interino regional, Pere Aragonés.
“Los bares y restaurantes de Cataluña solo podrán ofrecer comida a domicilio”, añadió Aragonés, valorando que es una medida “dolorosa” que requerirá “la colaboración de todo el mundo para que los esfuerzos de estos sectores económicos no resulten inútiles”.
La medida sucede después de la declaración del estado de alarma en Madrid, que establece que los residentes y ocho municipios de la región solo pueden salir de sus localidades en casos contados, como ir a trabajar, ir a estudiar, ir al médico o cuidar de personas dependientes.
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Navarra, otro importante foco de la enfermedad en España, limitó las reuniones a seis personas, y sus bares y restaurantes, que trabajan con un aforo del 30%, están obligados a cerrar a las 22:00.
Otras regiones como Andalucía, Castilla y León o Galicia limitaron también, como en Madrid, las entradas y salidas en ciertas ciudades particularmente golpeadas.
Reino Unido
Irlanda del Norte anunció el miércoles las restricciones más duras impuestas en todo el Reino Unido contra el coronavirus, incrementando la presión sobre Boris Johnson para que aplique un nuevo confinamiento que el primer ministro considera un “desastre” pero no quiso descartar.
“Se necesita una intervención urgente para interrumpir la propagación del virus y evitar que la situación empeore”, afirmó la jefa del gobierno autónomo norirlandés, Arlene Foster, al anunciar ante el Parlamento regional de Belfast las medidas que estarán en vigor cuatro semanas.
Con 1.9 millones de habitantes, Irlanda del Norte registra diariamente casi mil nuevos casos. En todo el Reino Unido, el número de muertos por COVID-19 supera ya los 43,000, más que cualquier otro país de Europa, y los contagios diarios superaran los 17,000.
En este contexto, el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, urgió a Johnson a instaurar un confinamiento de dos semanas para “romper el circuito” de los contagios.
Pero el primer ministro, que intenta a todo precio evitar un nuevo confinamiento nacional de catastróficas consecuencias económicas, aseguró ante la Cámara de los Comunes que este sería un “desastre”. “No queremos hacerlo, queremos un enfoque local”, aseguró, aunque dijo “no descartar nada, por supuesto, en la lucha contra el virus”.
Italia
Italia, primer foco del virus en Europa, ya superó los 36,000 muertos y los 350,000 casos diagnosticados desde el inicio de la pandemia. Recientemente el país enfrenta un recrudecimiento de los contagios, lo que obligó al gobierno a contemplar medidas aún más rigurosas.
Por ahora, el gobierno italiano decidió imponer el uso obligatorio de cubrebocas en todas las circunstancias y lugares fuera del domicilio y prolongó el estado de emergencia hasta el 31 de enero.
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Con información de AFP