China ordenó este viernes el cierre del consulado de Estados Unidos en Chengdu, tres días después de que Washington hiciera lo propio con el consulado chino en Houston, que preparaba su evacuación, en medio de acusaciones mutuas de espionaje.
Los estadounidenses deberán cerrar su representación diplomática en Chengdu (suroeste), anunció el ministerio chino de Relaciones Exteriores, en el último episodio de una escalada sin precedentes entre las dos potencias.
Esta decisión constituye “una respuesta legítima y necesaria a las medidas no razonables de Estados Unidos”, recalcó el ministerio en un comunicado.
“Algunos empleados del consulado de Estados Unidos de Chengdu se han librado a actividades que van más allá de sus funciones, se han inmiscuido en los asuntos internos de China y han puesto en peligro la seguridad e intereses chinos”, acusó ante la prensa el portavoz del ministerio, Wang Wenbin.
La Casa Blanca llamó a Pekín al “cese” de sus “actos nefastos” en lugar de tomar represalias, aunque evitó blandir públicamente una amenaza como respuesta a las represalias chinas.
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“Mensaje” para Pekín
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, declaró el jueves que el consulado de China en Houston era “un centro de espionaje” chino y “de robo de propiedad intelectual” estadounidense.
El martes, el gobierno de Donald Trump dio 72 horas a los diplomáticos chinos para desalojar su misión en Houston, polo mundial de investigación médica y biológica.
En la mañana del viernes, día límite para el cierre del consulado, los preparativos allí estaban en curso, constató un periodista de la AFP.
Personal con máscaras y guantes retiraba del edificio bolsas que se cargaban en un camión de mudanzas y en otros más pequeños. Otras bolsas fueron colocadas en contenedores de basura cercanos, y la policía de Houston se hizo presente en el lugar.
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La sanción de Estados Unidos llegó unas horas después de conocerse la acusación a dos ciudadanos chinos acusados de piratería informática, para buscar especialmente investigaciones sobre la vacuna contra el COVID-19.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses dijeron el viernes que la medida no responde a un caso específico.
“En determinado momento, simplemente dices ‘suficiente'”, dijo un alto responsable del Departamento de Estado.
Un funcionario del Departamento de Justicia agregó por su parte que la medida representaba un “mensaje” a otros diplomáticos chinos para que suspendan el espionaje industrial.
La tensión entre China y Estados Unidos, ya alimentada por las disputas comerciales y las acusaciones mutuas sobre el origen de la pandemia de COVID-19, ha aumentado en las últimas semanas con la imposición por parte de Pekín de una ley de seguridad nacional en Hong Kong.
En otro punto de conflicto, Estados Unidos acusa a Pekín de violación de los derechos humanos contra la minoría uigur en Xinjiang, en el noroeste de China.
“Respuesta gradual”
Acentuando la presión, Pompeo pidió el jueves a las “naciones libres” del mundo que se comprometan a triunfar sobre la amenaza de lo que consideró una “nueva tiranía”, encarnada, según él, por la China comunista.
“La situación actual de las relaciones sino-estadounidenses no se corresponde con los deseos de China, y Estados Unidos son enteramente responsables de ello”, denunció el gobierno chino, llamando a Washington a “crear las condiciones necesarias para que las relaciones bilaterales vuelvan a la normalidad”.
Pero la reacción china parece relativamente mesurada. En las redes sociales, nacionalistas chinos pidieron al régimen comunista cerrar el consulado de Estados Unidos en Hong Kong, considerablemente más grande y estratégico que el de Chengdu.
“Por ahora, parece que China ha elegido una respuesta gradual en vez de una reacción […] que provocaría una respuesta estadounidense”, comentó el sinólogo Victor Shih, de la Universidad de California en San Diego.
Señal de la desconfianza en el ambiente, el gobierno estadounidense anunció el viernes que arrestó a una investigadora de nacionalidad china que se encontraba refugiada en el consulado de su país en San Francisco para evitar ser arrestada, acusada de ocultar sus vínculos con el ejército chino para obtener una visa.
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Por otra parte, el Departamento de Justicia dijo el viernes que un singapurense se declaró culpable de usar su empresa consultora en Estados Unidos para recolectar información que entregaba a los servicios de inteligencia chinos.
La respuesta de Pekín de este viernes provocó la caída de las bolsas chinas: Hong Kong cedió un 2,19%, Shanghái un 3,9% y Shenzhen un 5%.
La representación diplomática de China en Estados Unidos abarca la embajada en Washington y cinco consulados, incluido el de Houston.
Por su parte, Estados Unidos, además de la embajada en Pekín, cuenta con cinco consulados en China continental (Cantón, Shanghái, Shenyang, Chengdu, Wuhan) y uno en Hong Kong.
El de Chengdu, inaugurado en 1985, cubre el suroeste de China, incluida la región autónoma del Tíbet.