Tres ejemplares de la llamada “rana de cristal”, una especie endémica de Bolivia que se caracteriza por poseer la piel del vientre transparente, fueron encontradas en el centro de ese país, 18 años después de la última observación allí de un anfibio similar, informaron a la AFP investigadores ligados al hallazgo.
El descubrimiento se produjo el 8 de enero de 2020 en el bosque Sehuencas, durante un trabajo de rescate de reptiles y anfibios (herpetofauna) que forma parte de las medidas de mitigación del impacto ambiental de un proyecto hidroeléctrico en el Parque Nacional Carrasco, según explicaron en un cuestionario Rodrigo Aguayo y Oliver Quinteros, del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny, y René Carpio, del Centro de Biodiversidad y Genética de la estatal Universidad Mayor de San Simón.
“El redescubrimiento de esta especie nos brinda un rayo de esperanza para el futuro de las ranas de cristal, uno de los grupos de anfibios más carismáticos del mundo, pero también para otras especies”, afirmaron.
Las ranas de cristal (Nymphargus bejaranoi) son de tamaño pequeño, los cuerpos miden de 19 a 24 mm y pesan entre 70 y 80 g. Esta especie endémica de Bolivia está distribuida en los departamentos de La Paz (oeste), Cochabamba, Santa Cruz (este) y Chuquisaca (sureste), precisaron los investigadores.
Señalaron que esta especie se caracteriza por poseer la piel del vientre transparente, y en algunos ejemplares es visible el corazón latiendo o su tracto digestivo.
En el caso de las encontradas en Sehuencas, “la parte posterior del vientre es transparente mientras que el pecho (anterior) es blanco. Los huesos y el saco vocal de los machos son de color verde oscuro”.
Las tres especies fueron trasladadas al Centro K’ayra del museo Alcide d’Orbigny, un centro de conservación exclusivo para anfibios, único en su tipo en el país.
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“Es acá donde además de conocer más sobre sus características e historia natural, se pretende lograr su reproducción ‘ex situ’ (fuera de su hábitat natural) y su posterior repoblamiento, como parte de una estrategia de conservación”, dijeron.
En el Centro K’ayra se encuentran las famosas ranas Romeo y Julieta, que los especialistas han intentado reproducir sin éxito hasta ahora.
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