En 2016 un juez de inmigración amenazó a un niño guatemalteco de dos años que hacía ruido en un tribunal de Charlotte, Carolina del Norte, con soltar a un perro para que lo mordiera. Ahora la administración de Trump le ha dado un puesto de mayor jerarquía.
El juez V. Stuart Couch, un un ex infante de marina, apuntó con el dedo al menor y le exigió que se callara. De acuerdo con información publicada por el sitio Mother Jones, el juez dijo: “Tengo un perro muy grande en mi oficina, y si no te callas, ¡saldrá y te morderá!”.
Las amenazas de Couch fueron traducidas al español por un intérprete: “¿Quieres que vaya a buscar al perro? Si no dejas de hablar, sacaré al perro. ¿Quieres que te muerda?”, le dijo al niño.
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En el tribunal se encontraba Kathryn Coiner-Collier, quien coordinó un proyecto dirigido por el Centro de Defensa Legal de Charlotte para ayudar a los inmigrantes que no podían pagar abogados.
Collier escribió una declaración jurada donde relató lo ocurrido, y en abril de 2016 Kenneth Schorr, director ejecutivo del Centro de Charlotte para la Defensa Legal, presentó una queja al Departamento de Justicia. Schorr dijo consideró que Couch no debería haber podido permanecer en su puesto después de su amenaza.
Collier fue entrevistada en varia ocasiones por Deepali Nadkarni, jefe de Couch, “le dijo que todo en la declaración jurada fue corroborado por la investigación interna”.
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En junio de 2016, Nadkarni escribió a Schorr que “el juez Couch reconoció que no manejó la situación adecuadamente y me aseguró que no volverá a ocurrir”.
El Mother Jones reveló que en agosto de 2019, la administración de Trump promovió al juez Couch y a otros cinco jueces a la Junta de Apelaciones de Inmigración del Departamento de Justicia.
Los seis jueces rechazan las solicitudes de asilo en mayor medida que el promedio nacional; Couch otorgó solo el 7.9 por ciento de las solicitudes de asilo entre 2013 y 2018, en comparación con el promedio nacional que fue de 45 por ciento.